-Lola subió a mi auto-dijo pero me pareció más como si hablase consigo mismo… acto seguido, sonrió. Le miré conteniendo una sonrisa, Chris era todo un caso perdido cuando estaba cerca de Lola. Y de pronto, la sonrisa burlona que quise reprimir desapareció sin más esfuerzo, ya que, aquella sensación de vacío volvió a mí. Se sentía como un agujero justo en el pecho, en donde se supone que debería estar mi corazón… dolía. Hice una mueca de desagrado, que por supuesto, Chris notó.
-¿Te encuentras bien _____?-preguntó receloso.
-Sí…-mentí y con un poco de suerte quizá, Chris
me creería- sólo que me dio un poco de hambre y mi estómago clama por que lo alimente justo ahora. Chris rió, eso indicaba que me había creído la mentira tan tonta que acababa de decir.
Me dejó en casa y se despidió con un “Te quiero”. Subí a mi habitación, mi refugio; y empecé a pensar cuál era la causa de que esa horrible sensación apareciera así de repente, y tenía que hallar también, una cura a eso.
Al día siguiente me encontré a Lola un poco mejor, sabía que tenía que hacer algo para distraerla; llevarla a algún lado o hacer algo juntas. Pero nada de lo que se me ocurría parecía ser buena idea.El día en el instituto no deja mucho que contar, a excepción de la mejoría de Lola. Llegué a casa con la cabeza dando vueltas en busca de respuestas que aun me eran difíciles de encontrar. Tenía tantas y tantas preguntas rondando en ella y a ninguna parecía encontrarle respuesta. Era como un laberinto donde se me mostraban sin fin de caminos, pero ninguno de ellos me llevaba a la salida.Oí el timbre sonar y me apresuré a bajar las escaleras para abrir.
-Hola _____.-Ryan, hola.
-¿Puedo pasar?-hizo un mohín que me resultó tierno.
-Por supuesto. Adelante-dije y abrí la puerta para indicarle que se introdujera. Le indiqué que se sentara en uno de los sillones color tinto que mi madre conservaba desde hace unos cuatro años.
-¿Te sirvo algo?
-No, gracias. Sólo vengo a hacerte una propuesta… o una invitación, como lo quieras ver-sonrió.
-Dime…-me senté también.
-Verás, mis padres tienen unas cabañas a unos cuantos kilómetros de la ciudad, justo en el bosque… las acaban de adquirir hace unas pocas semanas. Y nosotros queremos ir allí para relajarnos. No entendía porqué me estaba diciendo todo eso, pero lo dejé que continuara.
-Mamá y papá no podrán ir. Así que podremos llevar a unos amigos-me sonrió tan ampliamente
-¿No te gustaría ir? Sé que esta semana tienes exámenes que presentar y puede que el paseo te sirva para que te relajes un poco… Puedes llevar a Chris contigo si eso te hace sentir mejor.
-Ah… Ryan yo…-buscaba y buscaba en mi desordenada cabeza la excusa perfecta para decirle que no, pero entonces pensé en Lola, ella necesitaba algo así
-Creo que será una buena idea. La sonrisa de Ryan se volvió alegre al oír mis palabras.-Pero…-vacilé por un momento.
-Pero… ¿qué?-¿Puedo llevar a una amiga más?
-Por supuesto, así seremos seis. ¡La cantidad perfecta de personas!
-¿Seis?
-Si, Andrea, Justin, Tu, Chris, yo y…
-Lola-¿Traerás a Lola? ¡Genial!-hizo una pausa
-Es una gran idea, quizá eso le ayude a superar lo de Jared.
¿Cómo sabes eso?-le pregunté sorprendida.-Jared es mi primo, ¿recuerdas?; sé que se mudará este fin de semana y que por eso terminaron. Es una gran idea que lleves a Lola-volvió a decir complacido. Sonreí… ¡Un minuto! ¿Entre todos los nombres el dijo Justin?
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Simplemente no quiero extrañarte esta noche (Justin Bieber)
FanfictionAmor... esa es una palabra que en mi diccionario no existe. Después de tres años, aun no hallaba la manera de desintoxicarme del pasado, un pasado que ni por la mayor fortuna del planeta tenía pensado volver a repetir, ¿enamorarme de nuevo? ¿y eso p...