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-Creer que me odias... ¿y no es así?

-Yo núnca dije que te odiara...-y de repente su voz se tornó más suave, pero tenía un cierto matiz de... ¿dolor?

-Pues... no con palabras pero sí con hechos...-insistí.Él arrugó el entre cejo y su vista parecía perdida, se miraba los pies, y las manos las mantenía en los bolsillos de su pantalón. El silencio apareció de pronto y sólo oía el cantar de las olas rompiendo en la orilla... mientras que Justin se encontraba sumido en sus pensamientos.

-¿Qué me ibas a preguntar antes?-dijo mirando aún hacia la arena debajo de sus pies.

-Sí que eres curioso ¿no?Se encongió de hombros.

-¿En realidad quieres que te pregunte?-Siempre y cuando, no sea de ése tema-masculló.Genial. "Ése" tema era el único que me interesaba, pero no iba a desperdiciar la oportunidad que me estaba dando; tenía que empezar a escarbar poco a poco, con preguntas indirectas que me fueran dando pistas.

-¿Te... te gusta Andrea?-pregunté al formular una hipótesis en mi cabeza; donde la causa de su molestía, fuese quizá que Andrea estuviera con Ryan. Él la miró a sólo unos cuantos metros de distancia. Sonrió.

-Es una chica linda, Ryan tiene suerte de ser correspondido-algo en su voz parecía expresar pesar.Sin embargo, la respuesta no me era bastante clara.

-¿Me puedes decir si sí ó si no?-inquirí frustrada.

-¿Y porqué quieres saber?-me miró.-Contéstame y te digo.Él suspiró y puso los ojos en blanco.

-No. Ahora dime ¿porqué?

-Curiosidad-mentí, aunque no del todo.

-¿Y qué me dices tu? Ése tal Chris... ¿Te gusta?-el matiz de su voz sonó hostil al pronunciar el nombre de Chris.

-¿Chris? Es mi mejor amigo...

-Entonces... ¿no?-preguntó con voz cautelosa-¿No te gusta?

-No, ¿porqué tanto interés en eso?

-Curiosidad-se encongió de hombros indiferente- Y ¿no has pensado que quizá tú le gustes?-inquirió como quien no quiere la cosa.

-¿Gustarle a Chris?-reí y ví cómo él al instante inspiró un poco tenso-No lo creo.

¿Porqué lo dices? Vaciló por unos segundos.....

Vaciló por un par de segundos.

-La mayoria de las veces, alguno está enamorado del otro. La palabra enamorado me resultaba díficil oirla, fuera cual fuera la situación; siempre me tomaba desprevenida y con las defensas totalmente abajo. Mi cuerpo se tensó y un escalofrío lo recorrió por dentro. Tirité de nuevo y me abrazé con fuerza cruzando los brazos sobre mi pecho.

-Somos la excepsión-dije seca.No pude caminar más, mis pies de repente se mostraron cansados, torpes. Me recargué en una de las rocas de la orilla, me fue bueno que estuviesen cerca. Justin siguió caminando y se detuvo al percatarse de que yo lo había dejado de hacer. Me miró.

-¿Qué pasa?-inquirió frunciendo el ceño. Mi mirada estaba fija en la arena; aquella palabra había dejado un eco aturdidor dentro de mi cabeza e instantáneamente me había proporcionado una oleada de recuerdos turbios que pensé había eliminado; y en todos ellos, Dan.

-¿Te sientes bien?-insistió un poco preocupado.Y de nuevo la formulación de respuestas se había formado en mi cabeza dando explicaciones literarias.

-Sí, sólo... me mareé un poco-dije tratando de bloquear todos aquellos recuerdos que golpeaban las paredes de mi mente. Justin inspiró profundamente y posó su mirada en el mar. Aquellos ojos miel que poseía, desprendían la delicada luz que la luna reflejaba sobre las aguas; y de alguna extraña forma, me sentí mejor.

-¿Ves que podemos llevarnos bien como amigos?-dije cuando logré eliminar el avatimiento de mi fuero interno. Él colocó su mirada hostil sobre mí y su postura se volvió tensa.

-Yo no quiero llamarte amiga-musitó con voz terca.Y he allí otro golpe a mi desubicado corazón.

-No quieres ser mi amigo, ¿pero me prestas tu chaqueta?

-Dijiste que fingieramos ¿no?-dijo y de nuevo sentí aquel pesar que me golpeaba el corazón. Me abrazé aun más fuerte. ¿Porqué aquel chico no quería ser amigo mío? Sentí la necesidad de llorar. Por alguna extraña razón, el comportamiento de él me lastimaba más de lo que debería. Giré mi cabeza con brusquedad, tratando de evitar a toda costa a aquellas traicioneras lágrimas que morían por escaparse.

-Quiero irme a casa-logré articular con un hilo de voz.

-¿Les arruinarás la noche?-musitó con arrogancia. Me giré a mirarle con todo el odio que mis ojos pudieron expresar; pero más que odio, demostraban tristeza; los indicios de llanto no se habían ocultado como yo esperaba. Pero entonces, cuando mi mirada se encontró con la suya; la de él pasó de ser hostil a ser sorprendida y preocupada... triste. Su rostro volvió a tensarse, casi parecia que le había dolido lo que había dicho. Aquellos ojos miel que hace unos minutos habían calmado mi dolor, me gritaban algo que por mi justificado resentimiento no lograba comprender.

-Lo siento, si te ofendí-repuso con voz calmada y su mirada abajo.Fingía tan bien que hasta parecía compungirse de dolor. Mi mirada seguía siendo resentida y molesta.

-Eres un idio'ta-dije articulando cada palabra

.-¿Al menos podrías decirme si aceptas mis disculpas?

-No-negué rotundamente-No las quiero. ¿Para qué aceptar disculpas de alguien que ni siquiera es amigo mío?-dije con voz hosca.Si él quería jugar a los enemigos, en este juego podían jugar dos.Justin iba a decir otra cosa, pero Ryan nos llamó a lo lejos haciendo señal que era hora de partir. Sin mirarlo a la cara, me dirigí con pasos decididos hasta donde Ryan y Andrea estaban; ellos no me prestaron mucha atención al subir a la camioneta; y aquello me favoreció puesto que para mentir con respecto a mi estado de ánimo, jamás he sido buena. Me acomodé en la ventana izquierda del asiento trasero y Justin un minuto después, se posicionó del otro lado del asiento... ni siquiera le miré, mi cabeza estaba decidida a permanecer mirando hacia la ventana; y de pronto una lágrima cayó por mi ojo y corrió por mi mejilla en una carrera lenta; inmediatamente me llevé la mano al rostro para quitarla; en ella llevaba aquellos sentimientos que me embargaban en aquel momento; odio, coraje, frustración; y un poco de tristeza, debo admitir.Al llegar a casa, me bajé de la camioneta sin esperar a que Ryan o Justin-que lo dudaba de éste último-me abrieran la puerta; Andrea ya descansaba en su casa a la cual habíamos pasado antes para dejarla.

-Buenas noches, _____. Duerme bien.

-Gracias Ryan, igualmente-dije y le sonreí con una sonrisa que resultó mediocre. Le dirigí una mirada envenenada a Justin y sin decir más, crucé la acera para llegar a casa.Subí a mi habitación y me sentí refugiada, como si aquellas cuatro paredes me abrigaran en un calor acogedor... ¿calor? Aquel suave y dulce aroma jugueteó de nuevo en mi náriz... ¡Rayos! Aún traía puesta la chaqueta de Justin... rápidamente hice ademán de quirtarmela y una vez libre de aquella cálida prenda la aventé sobre mi cama. Sinceramente estaba bastante agotada, no hice mucho esfuerzo para colocarme la pijama.Tenía muy en claro una cosa; no iba a dejar que el idio'ta de Justin me hiciera menos; ni que su injustificado odio me afectara el corazón o mi estado de ánimo. No se lo iba a permitir.

Simplemente no quiero extrañarte esta noche (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora