Yo lo sentia

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Limpié el ultimo plato del lavavajillas lo mas rápido que pude. Dejé la bayeta en su lugar correspondiente y me serví un baso de agua. Salí de la cocina para llegar al salón. Ahí me esperaban sentados los tres chicos que me habían despertado por la mañana.

Antes de sentarme me volví a asegurar que la puerta de mi cuarto estaba cerrada. No quería despertar al monstruo que dormitaba en mi cama. Me senté en uno de los sofas mirando a los chicos. 

—Es mejor que no hablemos muy alto.— casi susurré acomodando me en mi sitio.

Era gracioso el hecho de que estuvieran de esa manera, como si no hubieran irrumpido en mi morada sin permiso y que en realidad hubiéramos quedado en eso. Los tres comían en silencio las galletas que les había dado como la buena anfitriona que era, y mira que había dudado entre darselas o no. De hecho... ¿Que me había llevado a darselas?

Suspiré profundamente mientras que me agarraba el puente de la nariz. Estaba terriblemente cansada.

—Nadie...— comencé  ha hablar extrañada sintiendo que no debía decir aquello, sin embargo veía que si no lo decía yo nadie lo haría.—¿Nadie va a decir nada?

—Las galletas están deliciosas.

—No...— respondí a Jin que había hablado con la boca llena.— No me refería a eso. — los tres me miraron extrañados, sin entender a lo que me refería.— Jin. Jin está aquí.— me referí concretamente a Hoseok y a Nam— ¿Que haces aquí?

Le miré encarando una ceja. Estaba realmente confusa, primero nos decía que no y ahora se presentaba en mi casa a las 08:12 de la mañana. Era domingo. Era el día de dormir hasta la hora de la comida.

—Pues... Me lo he pensado mejor.— finalizo la frase como si hubiera dicho todo ya.

—¿Que?

—Que... Que tienes razón. Quiero decir.— habló gesticulando las manos.— No quiero vivir la vida que mi padre me imponga. No me gusta donde trabajo, lo odio. Quiero hacer mi propia vida y sinceramente... Era hacerme repartidor de pizzas o confiar en una niña que dice que viene de otro universo Aish...— Dijo agarrándose el puente de la nariz como si le costara revelar ese ultimo dato.— Lo se, ha sido una decisión difícil. 

Mi cara amargada poco a poco se fué transformando en la misma representación de la felicidad. Una sonrisa involuntaria se tiñó en mi gesto y me sentí un tato estupida al darme cuenta de que me costaba  tratar de volver a ponerme seria. Sabía que estaba malgastando toda la suerte de mi vida en estos últimos días ganándome así un futuro que seguramente se asemejaría a la calidad de vida que tiene una lombriz, pero no me arrepentía de nada.

—Eso es...— agité mi cabeza tratando de borrar el gesto de estúpida que tendría.—Eso es genial.

Jin me sonrrió de vuelta, mas bien parecía que le había hecho gracia mi reacción por que no había revelado su decisión de aceptar mi oferta muy orgulloso, sin embargo me sentí bastante realizada con ese gesto.

Hoseok fue a coger el baso de agua y en un torpe movimiento acabó tirándolo al suelo. El cristal impactó con la dura madera, provocando así que un potente ruido se hiciera en la casa. Hoby comenzó a hacer ruidos tratando de pronunciar algún tipo de disculpa en su atolondramiento. Sin embargo a pesar de los ruidosos sonidos del chico yo pude identificar un sonido proveniente de mi habitación que me preocupó mas. Una cama crujiendo.

Mierda.

Miré hacia mi habitación sabiendo lo que venía. Yoongi ya había abierto la puerta con gran brusquedad y ahora se encontraba mirandonos con una de sus famosas miradas de asesino en serie.

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