Irían 7

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—Muchas gracias.— dijimos cada uno según nos ponían a cada uno las bebidas.

Para el padre una cerveza, para la niña una coca-cola y para la madre un mojito.

Nam dió un sorbo a su espumosa bebida mientras que nos miraba detenidamente a nosotros dos. Jin y yo seguimos nuestra conversación.

 —¿Hasta en Hannam THE HILL?

—Si.— dije sorbiendo de mi pajita viendo su cara de perplejidad.

Cada dato que yo narraba sobre su anterior vida parecía impresionarles mas y mas. Ya llevábamos unas dos horas sentados en aquel restaurante. La conversación entre nosotros se había desarrollado como si estuviéramos tratando el tiempo y no una situación tan extraña. Había notado que Jin hablaba y hacía gestos de exageradamente y no sabía si la actitud del hombre iba en serio o no. En cierto modo me recordaba al Jin que recordaba, pero aquí era distinto. Dada nuestra situación me descolocaba que hablara de esa manera.

Quería decir... La naturalidad con la que hablábamos sobre que en realidad el era un famosos cantante se me hacía extraña hasta mi. No sabía realmente si el hombre asentía rigurosamente con la intención de burlarse de nosotros o si era por que realmente era así.

Sabia que Nam pensaba lo mismo por que de vez en cuando nos dedicábamos miradas cómplices que decían mas que las palabras. que en ese momento no podíamos dedicarnos

—Es interesante.— dijo el mas mayor de nosotros como si en realidad estuviera ojeando un libro de texto aburrido y solo lo dice para satisfacer a mis oídos.—En tonces ¿Que tratas de proponerme? ¿Que deje mi trabajo para que me una a una banda de música k-pop?

Su tono no parecia querer atacarme ni nada por el estilo, sin embargo al escucharle decir eso me sentí un poco avergonzada. Sin duda eso suena totalmente horrible y al mismo tiempo, exactamente lo que quiero conseguir. Jin me desconcierta con sus palabras, me recuerda a un padre que no toma en serio a sus hijos pero que al mismo tiempo los respeta y escucha. 

—Hum...— dijo removiendo me incomoda en mi asiento— Te juro que cuando se lo dije al resto no sonó tan... ¿Estúpido? ¿No?— miré nerviosa a Nam preguntandole totalmente en serio, sin embargo me lo encontré pensando sobre las palabras de Jin sorprendido de si mismo por en realidad aceptar un trato que a la vista suena como un sueño imposible.— Pero... ¿S-si? ¿Eso es lo que quiero?

Realmente lo preguntaba por que sonaba tan tonto que me sorprendiera que hasta a mi se me ocurriera ese plan.

—Mirar...— dice entonces mas serio de lo que se había mostrado hasta ahora mientras que suspiraba profundo. Parecía que iba a rompernos los sueños y eso era lo que hizo.— Esto es extraño... Muy raro de hecho. Pero doy mi palabra cuando os digo que os creo. No dudo que hayas viajado de universo... O lo que sea que te haya pasado. — <<Pero...>> Se adelanyó mi subconsciente— Pero no puedo arriesgarme a dejar ese puesto por algo que es tan poco seguro como lo que comeré mañana. De verdad... Lo siento, pero dudo que sea el hombre que estáis buscando. Quiero decir... Solo canto en la ducha, no es como si fuera mi pasión. No os digo que sea una tontería, solo que no es para mi.

Sus palabras tenían tanto sentido que no pude detenerle cuando se excusó diciendo que tenía que dejarnos ya. Se levantó despidiéndose educad amente, se dirigió a la barra para pagar nuestras bebidas y luego le ví marcharse por la puerta.

Sentí como sus palabras comenzaban a calar en mi cabeza, dándome poco a poco cuenta de que tenía razón. Estaba intentando constituir una casa sin ladrillos, no, una casa no, una fortaleza de cinco hectáreas.  Estaba tan segura pensando que el destino estaba de mi parte que no me paré ni un segundo a darme cuenta de realmente era un sueño incoherente y sin sentido. ¿Formar una banda de música? ¿En qu narices estoy pensando?

¿Quienes sois?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora