Yo no soy RM.

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—¡Hey! ¡Hey! ¡Perdone!

Trataba de pasar entre el cumulo de personas para llegar a la cabina de aquel estadio. La gente de al rededor me miraba de manera despectiva, no sabía si era por que una parte de corea seguía en su mentalidad cerrada respecto a los extranjeros, por que estaba gritando, o por que tenía que apartar a algunas personas para llegar a la cabina de aquel estadio. Pero ¿Que le iba a hacer? Por mucho que lo negara mi cuerpo estaba en un estado de panico.

—¡Perdone!— dije una vez frente al cristal que separaba al chico, de ojos rasgados uniformado y con una gorra negra, que escuchaba tranquilamente música mientras que miraba el móvil.—Eh... ¿Oiga?— dí un par de golpecitos al cristal para que me hiciera caso.

Cuando por fin se dignó a separar la mirada de la pantalla y a mirarme no me dejo ni hablar.

—Si quiere información turística por favor vaya a el lugar que esta cruzando la calle y después a la derecha.— me respondió apartando e nuevo la vista y tratando de ponerse los auriculares de nuevo.

—Ehhhh... No. De hecho no había venido para eso.— dije un tanto ofendida por la forma tan borde en la que me había hablado.— Venía a preguntar sobre la hora del concierto de BTS.

El chico volvió a poner su cansada mirada sobre mi.

—¿BTS?— dijo con voz cansina como si estuviera tratando con una tonta.

—Si. BTS. ¿Bangtan Soyeondan?.— empecé a hartarme de ese idiota ¿Me estaba tomando el pelo?— ¿El grupo de K-pop que se suponía que tocaría a las 20:15 hoy? 

—Aquí no existe de eso.— me respondió mientras que volvía a ponerse su musiquita— quizás estas buscando a un grupo de barrio. Te sugiero que preguntes en los baretos que hay en Namdaemun. 

—¡Eso es! — golpeé su cristal y al segundo me di cuenta de mi compostura y trate de corregirla. —Eso es imposible— dije intentando sonar tranquila, pero al contrario de lo que quería mi voz había salido quizás un pelín amenazante.

—¿Por que es imposible?— dijo el con su expresión frustrantemente inexpresiva

—¡Por que tengo sus malditas entradas!

—¿Donde?

Sentía que iba a matar a nadie.

—Yo... ¡Yo! N-No lo se ¡¿Vale?!

—Pues entonces no puedo hacer nada por usted. Hoy solo tenemos el concierto de Red Velvet 

—¿Que?

—Lo que oye. Ahora si no le importaría vamos a cerrar hasta la hora de apertura.— dijo poniéndose de pié y dándole a un botoncito en su derecha que accionaba una persiana que comenzaba a bajarse lentamente.

—¡HEY! ¡Espera! ¡No! ¡N-no puedes hacer eso!— tuve que ir agachándome según la persiana me impedía la visión de la cabina.— ¡Espera! ¡Para! ¡No!

No me dio tiempo a decirle nada mas, pero si hubiera sabido desde un principio que la persiana no se pararía me hubiera dedicado los últimos segundos a insultarle. Maldito. Y pensar que en un principio me había parecido guapo.

Me dí la vuelta sin saber que hacer mirando la dirección de la enorme avenida. Pero no, no me equivocaba. Estaba en la dirección correcta. Al igual que estaba en el estadio donde se celebraría el concierto de BTS dentro de siete horas, o mejor dicho se suponía que se debería celebrar.

Mire la enorme fila de  jovenes que esperaban para que el concierto empezara. No quise creer a nadie cuando pregunte a cincuenta personas respondiendo siempre la mismas respuestas. "¿BTS? Estamos a la espera de Red Velvet. Lo sentimos, no sabemos a que grupo te refieres."

¿Quienes sois?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora