¿Quienes sois?

No me valía.

Ví detalladamente como su nuez tragaba duró al verme. No había duda que me había reconocido de aquella noche cosa que no era tan obvia como cualquier persona pensaría. Lo podía confirmar porque ni yo me había dado cuenta de que Na Young, la chica de pelo rubio, y Son Ning, el chico guapo, eran dos de los integrantes de amigos de TaeHyung que permanecieron a sus espaldas aquella noche en la que Jimin me besó.

Me quedé callada sin saber que hacer. Mi repentino enfado seguía ardiendo a llama viva, sin embargo parecía que Kim Tae Hyung se las había ingeniado para tirar un balde de agua congelada para calmarla. Por un momento, en medio de ese ensimismamiento, temí con toda mi alma que el V de está realidad fuera como sus amigos: una horrible persona. ¿Que pasaría si ese fuera el caso? 

—Tu eres...— comenzó a hablar con su grabe voz mirándome desde arriba sin llegar a terminar su oración.

Volvió a tragar su saliva y por el gesto que puso parecía que había tomado una decisión, una de la que yo sería consciente en unos segundos.

—Por fin estas aquí.— dijo Na Young con un tono amistoso como si no hubiera ridiculizado a nadie.— A buenas horas— reprochó mientras que se levantaba.— Bueno, no pasa nada. Te puedes quedar con su papel. Ella ya se iba.

Daba la sensación que el no la estaba escuchando y no estaba equivocada.

Agarró mi muñeca formando nuestro primer contacto. Mi corazón comenzó a bombear como loco. No me podía acostumbrar a eso. Siempre que conocía a alguno de ellos por primera vez seguía sintiendo como la ARMY que tenía enterrada quería hacerse con el control de mi cuerpo. Su enorme palma envolvió mi brazo y comenzó a arrastrarme por el comedor hasta la puerta. 

Yo, que lo seguía a duras penas sin saber que era lo que ocurría, no dije nada. No hasta que llegamos al recibidor del edificio de artes donde me zafé de su agarre. No me gustaba que me trataran de esa manera, como un objeto. ¿No podía simplemente preguntarme amablemente que le siguiera? Cada vez me temía mas a que clase de persona me estaría enfrentando, quien sería Kim Tae Hyung.

—Sueltame.— dije agarrando mi propia muñeca como una muestra de que era de mi propiedad.

No dijo perdón, se dedicó a mirarme desde una distancia prudente. Al principio pensé que estaba enfadado por el gesto serio que teñía su perfecto rostro pero me quedé desconcertada cuando volteó su rostro a otra parte que no fueran mis ojos, como si le diera miedo mirarme.

—Tu eres...—Tardaba mucho en hablar. Su ritmo, en cierto modo, me recordaba al que tenía Yoongi.—¿Eres de verdad la novia de Jimin?

Pestañeé un par de veces sin creer si lo que había escuchado era real. Debería ir a un medico para hacérmelo mirar. Me sentía muy perdida por la razón en la que parecía molestarle que yu tuviera alguna relación con el mas bajo.

Suspiré profundamente. ¿Que debería decir ahora? Sabía que si decía la verdad quizás exponía a Jimin como un mentiroso, sin embargo sabía que si mentía el se acabaría enterando por otros medios ¿Por que? Porque la verdad siempre acaba saliendo a la luz. 

—No.

Sus ojos se abrieron en señal de sorpresa. Volvió a mirarme, como si el hecho de no ser la novia de Jimin le diera la valentía para ser capaz de mirarme a los ojos sin sentirse incomodo.

—¿De... De verdad?

—Si...—Mustié.

—¿Entonces... de que es conocéis?— preguntó curioso.

—Es...— comencé a decir acompañando mis palabras con una risilla al recordar mi extraña situación.— Es una larga historia. ¿Quieres saberla?— me animé a preguntarle aún con una sonrisa en mi gesto como una niña pequeña que le ofrece a su amigo hacer alguna travesura.