¿Quienes sois?

Primera impresion.

—Bien mami no te preocupes...

Solté aire un poco cansada dejando mis pertenencias en el pequeño sofá. Acaba de llegar de la universidad, y la verdad es que había sido un día tranquilo, como lo habia esperado. 

—Me alegro muchísimo hija. De verdad que me sorprende que te hayas adaptado a tu nueva vida tan rápido ¿Lo ves? no era para tanto. Y pensar que en el aeropuerto estuviste llorando por no querer ire.

Cerré los ojos fuertemente sintiéndome totalmente estúpida. Mi madre no mentía respecto a eso, lamentablemente. La Lidia que era ya no existía. Por lo vista a falta de mis verdaderas amigas, Nicole y Yasmine, me había convertido en en una de las estúpidas chicas que acompañaban como un perrito faldero a Ariel y como consecuencia de todo estaba la yo de ahora.

BTS fueron los que me introdujeron al fantástico mundo del K-pop, pero no solo se quedó ahi, ya que después de ellos vinieron las series, el anime, los libros, las convenciones, los cómics, todo tipo de musica... Cosas que, a pesar de no cambiarme demasiado internamente, hicieron que me relacionara con mis dos verdaderas mejores amigas, o mejor dicho, con esas dos chicas que debían odiarme a muerte por reírme de ellas. Por que eso era lo que hacía el popular grupo de chicas populares, burlarse de las pringadas. Y lamentablemente me había pasado al bando equivocado. 

Y por mucho que lo odiara no dudaba que yo era igual que las chicas a las que tanto detestaba. Mi "activo" instagram había pasado de tener unos 150 seguidores 41,9K. Y mis fotos no ayudaban. Ya no tenia mis preciadas fotos de niña rata que colgaba al tener trece años. Estas habían sido cambiadas por millones de fotos donde básicamente salía sacando los típicos smoritos en todo tipo de fiestas alocadas con mis amigas y mi novio las cuales ni siquiera recordaba. No tardé demasiado en borrar aquellas imágenes tan indeseables de mi cuenta.

Si, mi novio. Josh. El chico que vivía a unas casas de mi y que yo le tenía como un maldito dios griego. Sin duda era toda una desilusión lo que me había encontrado.

Era idiota.

Las conversaciones que tenía de mi "yo" de esta realidad y el eran simplemente horribles. Solo nos mandábamos palabras empalagosas con corazones y emoticónos de parejas besándose. Era justo lo que no quería tener en una relación, y a demás, supongo que no sería tan buena.

¿Por qué? Fácil. Ayer cuando decidí que tenía que terminar con ese chico (después de que me enviara unas fotos de el sin camiseta diciendo: "Ojala estuvieras montándome ahora mismo") le llamé sin dudarlo para decirle que no tenía demasiadas intenciones de estar con un chico tan caballeroso como el.

Cuando me cogió la vídeo llamada, ya que me confundí al llamarle de esa manera y no por el móvil, me encontré con el mismo perfecto rostro de pelo trigo sin camiseta. Pero no estaba solo, por la parte de atrás podía ver a mi supuesta mente "Zorriii BFF" , que así la tenía administrada en los contactos de mi movil, también conocida como Ariel, tratando de coger desnuda la ropa de la cama de mi novio creyendo que yo no la veía por la cámara.

No fue ninguna decepción ver que el chico con el que supuesta mente llevaba saliendo durante seis meses estuviera acostándose con mi mejor amiga, si no que yo estuviera manteniendo cualquier tipo de relación con ellos, por que eso me confirmaba que seguramente sería igual de... Rara. 

Jamas pensé que algo tan estúpido como mis pasatiempos me cambiarían tanto, siempre pensé que lo que me hacía ser como era se basaba en mi propio ser, no en todo lo que me rodeaba. Me gustaban todo ese  mundo que la gente solía llamar de "frikis" sin embargo todas las personas que me solían rodear me decían que no lo aparentaba, que quizás era demasiado "normal" para ser ese tipo de personas que están todo el día fantaseando con personajes de dibujos animados que ni siquiera existen. Pero ¿Que se supone que es normal? ¿Que se supone que es diferente? Siempre pensé que a parte de nuestras pequeñas diferencias todos estábamos dentro de un mismo circulo, algo que nos hacía suficientemente parecidos como para vivir en sociedad. Había un paso enorme de ser un "rarito" a ser alguien realmente diferente, ya que en este mundo es muy difícil no encontrar algo que ya haya existido.