Las cosas habían resultado muy mal durante el recorrido, si bien en las primeras Naciones todo estuvo perfecto, pasando unos vuelos más comenzaron a haber inconvenientes no necesariamente malos, podía ser que simplemente quisieran que fuera a comer con los gobernantes del lugar o algún papeleo que salía mal, un tratado que no podían terminar, un tour por la ciudad, etc.
Siempre había estado vigilada pero ahora se sentía mucho más, cómo si esperarán a que tuviera un segundo libre para tener que hacer otra cosa, entre esas cosas, hacer los trabajos que los maestros me enviaban a mensaje y lo poco que dormía no tuve tiempo ni siquiera para responder los mensajes que Alison y Alec me enviaron desde la primera tarde hasta tres días luego de mi partida; seguramente entendieron que estaba muy ocupada.
Al final el viaje había durado una semana entera, pero ya estaba de vuelta a mi querido Korim, estaba muy emocionada y le envié un mensaje a Alison de que ya estaba en el vuelo de regreso, pasé renovando la mensajes durante el vuelo hasta quedarme dormida e incluso cuando desperté no había respuesta.
- Puede que estén preparando algo para cuando llegue... -Pensé tratando de darme ánimos.
Cuando pude vislumbrar mi hermoso reino por la ventana no noté nada especial, ni un asomo de felicidad o emoción porque regresara a casa y las cosas no mejoraron cuando nos acercamos al palacio real, no sé qué esperaba exactamente pero no lo tenía, mi corazón y estómago se encogieron mientras que la razón me gritaba que simplemente se hacían los desentendidos pero que mi regreso no pasaría desapercibido tan fácilmente.
- ¿Hola?
Pregunté aparentemente a nadie entrando al castillo, curiosamente estando rodeada de más de treinta personas me sentía sola, debería felicitarlos pues hacen un gran trabajo ocultándose de mi vista. Recorrí el lugar entero buscando a mi padres, a mi amiga o a mi novio, teniendo la esperanza en cada habitación de que saltarían gritando "¡Sorpresa!" y luego se reirían de mí por creer que podían ser tan descuidados de no hacer nada a mi regreso pero sólo me encontraba con trabajadores tan concentrados en sus labores que me daba vergüenza el interrumpirlos.
Llegué a mi cuarto cómo la última habitación y ahí mi esperanza se derrumbó completamente pues no había nada más que una habitación que fácilmente podía servir de quirófano de tan limpia que estaba, dejé mis cosas y me senté en la cama tomando el móvil para llamar a mis padres... Sin respuesta, Alison... Sin respuesta, Alec... Sin respuesta...
Insistí pero terminaba en el buzón de voz, comenzaba a sentirme decepcionada ¡¿Cómo pudieron dejarme sola el día de mi llegada?! Se supone que deberían estarme recibiendo con los brazos abiertos o hasta con una gran fiesta y para colmo no me responden las llamadas ni los mensajes.
Cerré las cortinas y la puerta antes de hacer una rabieta... Ni para eso podía actuar como una persona normal; tomé las almohadas arrojandolas a un punto vacío de la pared dejando que los pensamiento negativos fluyeran y se fueran en cada golpe.
-Mi familia me quiere, mi familia me quiere, mi familia... Me quiere...
Caí rendida en la cama con ganas de llorar pero las lágrimas no salían, pasé tanto tiempo controlando mis emociones que ahora ya no querían salir por sí solas pasé otro buen rato marcando y tratando de buscar una explicación lógica a esta situación pero no lograba hacerlo, tampoco lograba que me respondieran, mi ansiedad crecía hasta que tome un libro y comencé a leerlo... A los pocos minutos estaba tan adentrada en la historia que me olvidé de todo, me olvidé de que nadie se interesó en mi regreso, que al día siguiente debería retomar mi rutina, de que algún día todo Korim iba a depender de mi juicio para existir, de que iba a llevar un matrimonio arreglado y quizás nunca conocería el amor... Todo eso se desvaneció entre líneas y párrafos que contaban la historia de alguien completamente ajeno a mi. Estaba tan inmersa y fuera de mi propio mundo que parecía poderme pasar la vida entera leyen..
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¡Dame mi corona!
Teen Fiction"Le ofrecí mi amistad pero no le bastó, quería mi vida" Damay es el tipo de chica que parece tener la vida resuelta, claro, siendo la heredera al trono es algo de esperarse pero las cosas no siempre son lo que parecen, ha sido educada desde muy chic...