Capítulo 20

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¿Conocen eso dilemas morales en los que la situación no es tan clara como debería serlo para tomar una decisión? Como ese donde debes matar a una persona para salvar a cinco o matar a cinco para salvar a una donde el escenario varía, un tranvía, un hospital, tú eres una de las personas, e infinitos etcétera. Pues hay uno llamado "El dilema de prisionero" Aquel donde una persona inocente es acusada y todo apunta en su contra , el prisionero tiene dos opciones, defenderse a riesgo de ser sentenciado y tratado como un peor criminal por negar su crimen o aceptar la culpa con la esperanza de reducir la condena pero que en caso de que futura evidencia valide su inocencia, será rechazada dada la confesión.

Pues esa era mi situación, nunca creí tener que tomar una decisión así. Respiré profundamente viendo a cada uno de los presentes, espectantes a mi respuesta ante las palabras de mamá; los padres de Alec y Alison no se notaban muy felices, más que nada su papá se notaba enfadado; los reyes de Nearly estaban aún consternados y procesando las cosas al parecer.

Nathaniel y Alec no me miraban en lo absoluto, estaban alejados por sus padres en medio, pero en realidad ellos no veían nadie, Alec veía al infinito pensando en... La verdad no tengo idea que pensaba, en tanto Nath jugaba con la comida produciendo un sonido chirriante entre el plato y el tenedor.

Alison, Alison era posiblemente la más ajena a estos problemas sin contar que Alec es su hermano y que luego de tantos años juntas me viera con ese odio y desprecio... Era una sensación que no podía describir...

—Yo... Si lo hice –Mi cuñada se detuvo de darme una golpiza pero vi como apretaba los puños rasguñando sus propia palma con sus uñas —Lo lamento, pensé que... –Estuve tan ocupada celebrando mi "victoria" que no pensé una coartada coherente para culparme por este desastre y ahora iba a improvisar —Pensé que si se hacía público lo suyo, sería mejor... Así el compromisos que tenemos Alec y yo no interferirá con ustedes y la verdad que no quisiera que rompan por algo así... Lo lamento chicos por no haberles consultado antes de hacerlo –Puse mi mejor cara de arrepentimiento esperando aquella reducción de sentencia que sería, no ser odiada por ellos y por ende, qué Alison volviera a ser mi amiga y Alec volviera a por lo menos verme.

—No te preocupes cariño, digo, no es la mejor forma para enterarte que tú hijo es gay pero está bien, tuviste buena intención y eso es lo que cuenta –Me habló la mamá de Nathaniel, al parecer él no tuvo demasiados problemas, me alegraba que por lo menos uno de los dos pudiera estar tranquilo; asentí con una sonrisa y rápidamente volteé al lugar de los padres de Alec, por no decir poco su papá estaba rojo de enojo, su mamá se veía molesta pero también algo temerosa.

—Gael... ¿No vas a decir algo? –Espectó papá al silencio del padre de Alec quien volteó a verle con cierto recelo antes de hablar.

—Si... Está bien, no es tu culpa princesa, tú no criaste a este marica –Se volvió a sentar, todavía con los puños apretados, semejante a la firma en qué lo hacía Alison y sus palabras dejaron muy en claro su sentir con la situación.

—Oh Damay lo lamento, debí preguntar antes de sacar conclusiones ¿Me perdonas? –Habló Alison deshaciendo sus puños para extenderme la mano la cual tomé sin dudarlo, con una gran sonrisa.

—Gracias, creo que nunca hubiera salido por mi mismo –Al terminar, Nath me sonrió, era una sonrisa encantadora de verdad, muy tierna y cálida.

—Si Damay, gracias –Alec siguió a su enamorado, me alegraba tanto que me volviera a hablar, cuando en todo el día no me dirigió ni la mirada.

¡Dame mi corona!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora