—Así que... pronto te irás de nuevo a Nearly ¿No? –Platicaba con Nathaniel en el hospital a la par que esperaba poder irme de ahí pronto, no me mal entiendan, realmente nos volvimos un poco más cercanos en aquellas visitas obligatorias a pesar de que al parecer ambos teníamos la constante sensación de que todo aquello era más artificial que nada. Nuestros padres se encargaron de que no fuéramos vistos como posible pareja bajo ninguna circunstancia así que los medios lo retrataba como "la generosa y amable princesa apoyando al grave príncipe del reino vecino" un poco bueno por ambas partes aunque tal vez eso era lo que impedía que avanzaramos a una amistad más "genuina".
—Supongo que me quedaré luego de que me den de alta –Suspiró pesadamente como si de alguna forma le doliera el tener que irse —Al menos, unos días.
—Tú reino debe extrañar a su futuro rey ¿No?
—Si, claro pero yo extrañare a... –Hizo una breve pausa, tragándose las palabras, como si fuera a decir algo que no debería —A la comida que preparan, me duele por mi país pero es mucho más rica, je, je, je... –Decidí no cuestionarle y sólo seguir el rollo con su muy mal logrado intento de broma.
—No podemos evitar ser fabulosos –Solté una carcajada muy convincente antes de que sonara mi móvil indicando que la visita llegó a su fin —Bueno, te veré pronto otra vez y disfruta la comida.
Asintió a modo de despedida, me dirigí a la salida y durante mi regreso por los pasillos del hospital vi a alguien dirigirse a su habitación, pasó muy rápido con lo que no le pude reconocer pero supuse que podía ser algún amigo así que no le tomé mucha importancia y me fui al lugar donde vivía la tal “Leila Blowob” antes de que mis clases vespertinas comenzaran.
Adrick me llevó de nuevo un poco de chocolate, cosa a lo que honestamente me estaba acostumbrando un poco de más; quien quiera que fuera la amiga de su abuela, tenía mis eternas bendiciones por hacer algo tan delicioso.
—Señorita, sé que soy solo su chófer pero ¿Podría darme un consejo? –El trozo de cacao azucarado se atoró unos instantes en mi garganta, como si fuera una nuez completa.
—Si, luego de tan rico chocolate, claro que puedes –Respondí tan pronto logré tragar.
—Bueno ¿Qué se hace para conquistar a una chica que lo tiene todo? –Admito que su pregunta me tomó por sorpresa, no podía responder, no desde mi propia experiencia al menos ya que no me había enamorado hasta el momento.
—Vaya, no sabría cómo responder eso... El amor no es mi terreno, como notarás no he tenido oportunidad de elegir –Comente respecto a mi matrimonio arreglado con Alec —Tal vez... No debas pensar en ella como una chica que lo tiene todo sino, sólo como una chica –Sonreí y me devolvió el gesto antes de quedarnos en un silencio bastante más cómodo de lo que hubiese imaginado.
Me bajé del auto en cuanto se detuvo frente a la que pude averiguar cómo dirección de aquella mujer, supongo que se le daba bien su trabajo porque la casa era linda; una lástima que se encontrase tan descuidada. Me acerqué con cautela hasta la entrada tocando el timbre, el lugar daba pena y al ver salir a la mujer mi expresión empeoró e incluso noté a unos guardias, antes ocultos, acercarse más.
—¡¿Ehhh?! ¡Oh! Majestad... Hip... Nadie me dijo que estarías aquí... Hip... –La mujer con un gran parecido a Lisandra quitando lo evidentemente demacrada era innegablemente su madre, quien además de estar demasiado borracha para siquiera sostenerse en pie, más con la botella de whisky que llevaba en la mano —Pasa preciosa... Hip... –Hice una señal a los pocos guardias que estaban descadamente visibles para que aguardaran cerca del lugar y uno para queme entrara conmigo.
—Asi que... Tú eres Leila Blowob –Inquirí tomando asiento en el sofá más decente.
—La misma en persona, princesa...hip... ¿Qué te trae por aquí?... Hip... –Respondió sentándose con algo de dificultad jugando con la botella.
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¡Dame mi corona!
Teen Fiction"Le ofrecí mi amistad pero no le bastó, quería mi vida" Damay es el tipo de chica que parece tener la vida resuelta, claro, siendo la heredera al trono es algo de esperarse pero las cosas no siempre son lo que parecen, ha sido educada desde muy chic...