No, no, no... Es que simplemente no podía entenderlo, nada de eso pude haberlo previsto ¿James acababa de besarme? ¿El mismo James que hace sólo unas horas le quiso prohibir a Lucy juntarse conmigo? ¿Y cuáles se supone que son sus motivos para estar con esa intrusa? Agh, como si no tuviera suficiente pensando en tantas cosas para que venga este a besarme e irse como si nada. Ni siquiera era capaz de hacer algo, terminé sentada contra la pared del armario y viendo fijamente la escoba frente a mi intentando entender algo o al menos poner un poco de orden a mis pensamientos dado que ponérselo a mi vida se estaba volviendo imposible en esos momentos.
—¿Hola? –Respondí al tomar una llamada, todavía con un tono mecánico y desganado en mi voz.
—Señorita Damay ¿Está bien? Ya estoy afuera desde hace un rato y... –Era la inconfundible voz de Adrick, joder, lo había olvidado por completo.
—Oh claro, ya voy, sólo me entretuve en unas cosas.
—De acuerdo señorita, aquí la espero.
Salí del cuarto para toparme con un pasillo completamente vacío y escuela en silencio, vaya ¿Cuánto tiempo pasé ahí? Bah, era mejor no saber. Al subir a la limusina me encontré con Alison, al parecer Adrick no podía esperar a recogerla y sin embargo aún no veía romance esparcido por el aire así que posiblemente todavía no se declaraba. Por el contrario si había tensión por parte de la mirada acusadora de la pequeña rubia dirigida a mi. Quizás debería hacerme a la idea de que no era mas mi amigo y que cómo iban las cosas no lo volvería a ser, pero me era imposible, siempre había contado con ella, que todo hubiera cambiado tanto... Tan sólo no era capaz de procesarlo y menos de rendirme para que al menos ya no me odiara.
La tarde y en general los últimos días de clases pasaron muy rápido, Adrick no se atrevía a decirle sobre sus sentimientos a Alison mas le mandaba varios pequeños detalles a diario con hermosas notas a las que Ali no era indiferente o al menos eso podía notar cuando la veía de lejos junto a Lisandra, a causa de que en cuanto me acercaba su expresión se ensombrecía, y hasta fruncía el ceño. James no volvió a estar cerca de mí, menos a mencionar algo sobre aquel repentino beso, cada que lo veía de la mano con Lis no podía evitar recordarlo y seguirme preguntando ¿Por qué lo hacía? Y sobre todo ¿Cuál era su necesidad de besarme? Ni me agradaba pensar en eso, terminaba con la mente hecha un lío; aún así decidí hacerle caso y no entrometerme más en su relación, no sólo por lo que dijo sino porque no me quería arriesgar a otro incidente que reviva los primeros rumores. Lucy continuaba estando cerca de mi, algunas veces insistí con el tema de su repentino acercamiento no obstante me ví en la necesidad de parar dada su falta de respuestas, no era que no estuviera feliz de tenerla a mi lado, claro que lo estaba, solamente... No entendía su comportamiento, era extraño sin duda; aún así se volvió una especie de apoyo, una amiga que quería casi tanto como a Ali. Finalmente Alec sería dado de alta la primera noche de vacaciones; cabe resaltar que mis notas resaltaban lo mala de esa época para mí, no eran terribles pero obviamente eran más bajas de lo normal, estoy segura de que mis padres me habrían regañado no ser por lo ocupados que estaban organizando la bienvenida para Alec.
El verlos tan preocupados porque todo estuviera listo a tiempo para recibirle con los brazos abiertos después de su tiempo en el hospital me hizo sentir un poco celosa al saber que seguramente no se esforzaron tanto por siquiera estar presentes cuando me fuí durante varios días, casi incomunicada.Vaya... Las cosas si que habían cambiado desde entonces.
Lo entendí en aquel momento y lo entendía de nuevo mas no podía impedir que me moletara hasta cierto punto la injusta diferencia.
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¡Dame mi corona!
Teen Fiction"Le ofrecí mi amistad pero no le bastó, quería mi vida" Damay es el tipo de chica que parece tener la vida resuelta, claro, siendo la heredera al trono es algo de esperarse pero las cosas no siempre son lo que parecen, ha sido educada desde muy chic...