Capítulo 14

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Estaba en shock, no creo que nada de lo había pasado se comparará con ver a James, Lisandra y Lucy tan... Diferentes, incluso sus miradas, sus "auras" eran completamente distintas. Lis no era tan sorprendente pero los otros dos su que lo eran; me quedé inmóvil, con los párpados buen abiertos y los labios sellados.

—¡Damay! Que gusto que vuelvas, princesa —Me saludó Lisandra luego de que las tres bajarán de los hombros de los chicos, acercándose más de lo que me hubiera gustado.

—H...hola... —Quería decir algo extra pero me era imposible sacar las palabras ya que mi siquiera podía generar pensamientos claros de esta situación.

—¿Qué te parece nuestra entrada?  A que es genial —Rió tan poco naturalmente que hasta para mí que solía ser la reina de las risas falsas fue algo extraño a pesar de que nadie más se notaba incómodo —Bueno tampoco puedo tomar todo el crédito ¡Fue idea de Lucy!  —Le hizo una seña a la mencionada quien de inmediato se acercó sin siquiera verme a los ojos, esperaba que ya hubiese olvidado el malentendido... Supongo que no es tan fácil olvidar algo así —Vamos, ustedes dos se llevaban muy bien ¿Ni un abrazo de reencuentro? Estoy segura de que lo malo quedó atrás ¿No es así? 

—S...si... Hola princesa... —Se acercó aún con la mirada clavada en el piso extendiendo sus brazos a lo que no pude hacer más que corresponder a aquel frío abrazo.

—Oh Dios pero que descuidada soy ¡Seguro quieres hablar con tu prometido y tú mejor amiga! Vamos, hay que dejarles un tiempo a solas —Se fueron únicamente quedando Alison y Alec poniéndonos en un silencio incómodo por varios segundos hasta que Alison habló.

—Perdón por... Por no hablarte... No tuvimos tiempo.

—Si linda, de verdad te extrañamos mucho. No habrás pensado lo contrario ¿Verdad? —Alec pasó su brazo alrededor de mis hombros apoyandome sobre su pecho mientras que Alison sólo contemplaba la escena en tanto ambos esperaban una pronta respuesta de mi parte.

—Está bien, igualmente estuve muy ocupada y casi no podía tomar el móvil —Sonreí como si en verdad hubiera sido así cuando cada que podía tomaba el móvil para ver si tenía mensajes.

—Lo importante es que ya estás aquí y eso es genial Damay —Alison daba saltitos como niña pequeña y a pesar de estar muriendo por preguntar de ese repentino cambio en los otros tres no lo hice ya que presentí que nada saldría buen con esa preguntas.

Finalmente todos entramos a clases por lo que estaba con Lisandra y después de todo James volvió a la clase, ellos... Se veían muy cercanos en ese momento así que tan solo me concentré en mis asuntos pero llegó un momento que tiempo atrás no habría sido un problema para mí y ahora se volvió un suplicio aparentemente eterno con tan solo unos minutos de duración: Hacer un trabajo en equipo.

Los equipos eran de tres por lo que inmediatamente pensé en unirme con ellos pero sin siquiera tomarme en cuenta noté que ya tenían a otra persona para su equipo, cosa que me escandalizó brevemente; pronto traté de entrar a algún equipo y sin embargo a cada persona que le pregunté me rechazó ¿Cómo podía ser la Damay de antes si los demás ya no me ven así?

—Profesor... Falto de equipo... —Me vi obligada a exponer mi situación ante todo el aula de una forma tan vergonzosa que de pronto sentía pena por todas las personas a las que alguna vez excluí de mis equipos, un momento... ¡Yo tenía buenas razones para hacerlo, ellos no! ¡No soy peor persona! Finalmente me hizo integrarme al equipo con James, Lis y la otra persona.

—Vaya... No pensé que te fueras a quedar sin equipo princesa, lo siento mucho —La irritante voz de la hija bastarda de los Coldliar  atravesó mis oídos provocando que apretara los dientes con enojo y fingiera una sonrisa para darle a entender que no se preocupara. Continuamos con el trabajo organizándonos para avanzar lo más posible pero como era de esperarse no logramos terminar y para colmo el maestro quería que expusieramos al día siguiente ¡Como si tuviera tiempo para eso!

—Yo ayudo a mis padres en el trabajo, no puedo avanzar más —Expresó James.

—Mi mamá está hospitalizada y debo ir con ella... —Le siguió el otro chico del grupo.

—De acuerdo, supongo que lo haremos Lisandra y yo... Ustedes sólo estudien el tema ¿De acuerdo? —Estaba siendo muy permisiva con ellos ya que recordaba como con James tuvimos una plática sobre las ocupaciones fuera de la escuela en los primeros días.

—Damay... ¿No crees que haya modo de que lo hagas tú? Es que hoy conoceré a mi madre biológica y bueno... —¡Ay, por favor! Tenía que estar bromeando.

—¿No puedes posponerlo? 

—Damay tienes todo el día... Hablamos de la mujer que la trajo al mundo, sé más comprensiva —James hablaba con una mirada inquisitiva a lo que únicamente solté un suspiro de enfado.

—Supongo que está bien... Pero ustedes se aprenderán cada subtema para exponer o al menos lo que entiendan, por favor, es nota por equipo —Supliqué y todos aceptaron.

Llegó el descanso y todos salimos con rumbo a la cafetería tomando bandejas con comida, en mi caso, con lo que debía comer. Terminé de llenar la bandeja y me dirigí al lugar donde nos siempre me sentaba, para mí sorpresa no sólo Lisandra estaba sentada en mi lugar sino que a pesar de ser un lugar destinado a seis asientos sólo había cinco sillas y toda la mesa se encontraba ocupada gracias al bolso de Alison quien siempre que podía colocaba sus cosas sobre el comedor. Tosí llamando su atención a lo que todos se miraron entre sí sin decir nada.

—Disculpa princesa, amm... Oh, puedes traerte aquella silla.

Habló Lis señalando una butaca de salón en el rincón que si bien no estaba mal, si se notaba menos cómodo que donde estaba acostumbrada a estar, me tragué mis ganas de decirle que se quitara de mi lugar y se la trajera ella para ingeniármelas colocándome al lado de Alec quien no hizo ni el gesto de querer ayudarme.

Era humillante estar sentada así pero aún peor hubiera sido tratar de sentarme en otro lado y ser excluida como en el salón. Mi prometido y amiga se enfrascaron conversando con Lisandra mientras Lucy y su hermano platicaban entre sí al otro lado de la mesa con lo que tan sólo me quedaba comer en silencio.

Terminó el descanso y nunca me sentí más aliviada; fui la primera en salir de ahí yendo al aula y suplicandole al universo que no fuera más que un mal sueño pero el día continuó avanzando hasta la salida cuando huí al igual que del descanso, yendo lo más rápido y poco sospechosa a la salida posible.

—Señorita ¿Se encuentra bien? —Cuestionó el conductor al verme entrar tan apresuradamente a la limusina.

—Es que... Bueno, no importa —Claro que quería contarle a alguien pero en definitiva ese "alguien" no iba a ser mi chófer —Sólo vamos al palacio, tengo mucho que hacer.

No dijo nada más y siguió las órdenes, llegando a casa en poco tiempo, el camino me dió algo de tiempo para meditar las cosas y aún así no lograba entender cómo es que todos llegaron a este punto y sin embargo de una cosa estaba segura: Lisandra era la única responsable.

—Señorita —Me detuvo el piloto cuando estaba por irme —Lo que le pase... Se solucionará —Me sonrió y le devolví el gesto antes de caminar al interior del palacio.

Primero necesitaba completar las clases extra a las que aún necesitaba asistir, entre clases avancé un poco a la exposición pero ni siquiera había caído la noche y ya estaba exhausta... Comí un poco al final de las clases y les dije a las chicas que me ayudarán con ciertas cosas y terminé por quedarme dormida sobre la exposición.

Al día siguiente no tenía muchos ánimos pero igualmente debía bien a clases con lo que me arregle y sólo llegué hasta después de que el nuevo grupito entró haciendo su escena... Debo admitir que la segunda vez no es tan impresionante pero no importa.

Entre y pronto llegó la clase donde debíamos exponer, estaba muy cansada y no quise decir nada más allá de la presentación o la conclusión.

—Bien chicos, estuvo genial, excepto Damay que casi no habló, sé que eso baja su promedio... Así que haré una excepción a la calificación en equipo y Damay, serás reprobada, lo siento...

—¡Pero profesor yo hice todo el material!

—Seamos honestos Damay, eso seguramente lo hicieron tus ayudantes —Mencionó el chico extra del equipo.

—No me importa, sin participación verbal es como si no expusieras así que mejora para la siguiente... Me siento decepcionado de ti Damay.

¡Oh, por Dios esto no me puede estar pasando a mi!

¡Dame mi corona!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora