Capítulo 4

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Me acerque con un paso ligero hasta donde se encontraban los tres platicando muy animadamente para no haber estado en el más mínimo contacto conmigo por días; como siempre trataría de asustar a Alison, sin embargo ocurrió algo verdaderaderamebre inesperado, logré hacerlo. La pequeña rubia soltó un grito de sorpresa que resonó por todo el comedor llamando la atención de unos cuantos alrededor que nos observaron fijamente por varios segundos.

—D...Damay... Ehh... Hola.

Me coloqué recargada en una silla enfrente de mi cuñada y por un lado de mi novio sintiendo como su atmósfera de alegría y calma cambió repentinamente con mi llegada aunque probablemente sólo me estaba sugestionando de más, hemos estado juntos toda la vida, claro que están felices de verme; Alec tampoco reaccionaba hasta que notó mi mirada encima de él y se levantó a correr la silla para que pudiera sentarse a lo que le di un beso en la comisura de los labios antes de tomar mi lugar.

— Hola princesa, espero que no te hayas sentido muy sola.

Lisandra llamó mi atención con aquel comentario, por alguna razón aparte de que me incomoda ser llamada princesa no estaba del todo cómoda con que siguiera pegándose a mi grupo aún cuando seguramente otros la habían invitado a los suyos pero que podía hacer, después de todo he supongo quien la ha invitado a estar con nosotros.

— No, para nada... Veo que ustedes se la pasaron muy bien ¿Dónde estaban? —No estaba cómoda con la expresión de Lis así que voltee con Alison para que respondiera, sin embargo...

— ¿No te dijeron? Alison y Alec me invitaron a un campamento con su familia ¡Fue genial! Dijeron que te llevarían pero siempre estás ocupada...

—¿Campamento? ¿No se supone que era en dos semanas? — Me dirigí de nuevo a mi grupo original con una pregunta que sólo ellos pudieran responder.

— Ohh... Si amor, se adelantó por cosas de nuestros padres... No te quisimos decir para desconcentrarte de tus deberes en las embajadas — El tono de Alec era como si pidiera disculpas aunque su encantadora sonrisa siguió pegada a su rostro. 

—Íbamos a mandarte mensajes pero olvidamos que no tendríamos señal, luego las cosas se alargaron y volvimos a penas hace unas horas — Alison también se notaba como si estuviera culpandose por algo.

— Si, si, hablando de eso Damay, no pudimos llegar a la primera mitad de las clases  ¿Me pasas los apuntes y tareas? Por favor. —Lisandra desvió el tema cómo si no le importará que no me encontrara con ellos, bueno, casi no nos conocemos, no tendría porqué.

— Oh... Claro, ahorita te los paso.

— No, vamos a tu casa y ahí me los pasas. — Un momento ¿Se estaba invitando sola a mi casa? ¿Al palacio? 

— Mejor ahora, estaré ocupada con clases en la tarde — Traté de evadir su autoinvitación de la forma más cordial posible.

— No, no hace falta que te distraigas; copiare los apuntes mientras estés en tus clases, además le prometí a tu mamá que le enseñaría a restaurar las vajillas. —Listo, no tenía salida.

— De acuerdo... Alec ¿estás bien? —Mi prometido parecía estarse quejando por algún dolor.

— Si linda...

— Oh, no me digas que aún te duele esa caída. —Alison no se notaba preocupada en lo más mínimo mientras Alec le dirigió una mirada molesta.

—Alexito debes admitir que fue muy gracioso — ¿Alexito? ¡¿Alexito?! Vaya apodo ridículo.

Estaba molesta pero era completamente incapaz de demostrarlo ni un poco, seguí comiendo y tratando de hacer platica pero sin quererlo terminaba siendo excluida ya que todos sus comentarios se dirigían al viaje ese. No tenía ni siquiera que mantener la calma, no expresar mi molestia se volvió natural en mi luego de mucho tiempo de hacerlo "Sólo es por hoy, mañana se les pasara la emoción y todo estará como antes" intenté autoconvencerme.

¡Dame mi corona!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora