~Capítulo 10 : Promesas, perdón y amistad.

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El amanecer los tomo por sorpresa, se encontraban absortos en su mundo ideal, un mundo donde su amor no tenía limitantes y eran felices juntos sin importarles las clases sociales, los compromisos o las adversidades

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El amanecer los tomo por sorpresa, se encontraban absortos en su mundo ideal, un mundo donde su amor no tenía limitantes y eran felices juntos sin importarles las clases sociales, los compromisos o las adversidades. El sol les daba de frente molestando sus ojos pero también brindándoles calor, después de que Defteros le hizo entender a Asmita que en su corazón solo había espacio para el, huyeron de la realidad por unas horas sin importarle las consecuencias preocupándose únicamente por ser felices con la compañía mutua.

Esa noche en un hermoso campo de flores de todos los colores se dió paso a el amor carnal, la pasión desbordó y su intimidad fue vista únicamente por el manto oscuro estrellado, hicieron el amor por primera vez ambos, Asmita le otorgó a Defteros el tesoro de su virginidad y este lo trato como un delicado capullo haciéndolo sentir en las nubes.

—Buen día mi angelito—Susurro en el oído del rubio con su gruesa voz causándole un escalofrío por lo bien que se sentía oírlo.

—El mejor de todos mi vida—Asmita sale de las blancas sábanas dejando ver su hermoso cuerpo desnudo, le dió un dulce beso a su amado moreno.

—Asmita...—Murmura Defteros—Me has hecho conocer el paraíso.

—Defteros...tu me hiciste tocar las estrellas—Esta vez el moreno se acerca y profundisa el beso moviendo sus labios al ritmo con el contrario.

—No veo mi vida sin ti mi corazón, hablaré con mi padre para cancelar la boda con Degel y cuando eso pase Asmita...—Se encogió un poco en su lugar nervioso, estaba apunto de hacer la pregunta más importante de su vida.

—¿Cuando eso pase...?—Pregunto el rubio ya que de pronto el moreno se quedó callado.

—Me fuera encantado pedirte esto de otro modo pero dadas las circunstancias será asi—Puso una rodilla en el verde césped y tomo una hermosa flor amarilla para darcela al rubio—Cuando eso pase...¿Te quieres casar conmigo?

—Defteros...—Lagrimas de felicidad salían de sus hermosos ojos celestes, tal vez fue una propuesta sencilla pero era perfecta para el. Comenzó a asentir desesperadamente y se le lanzó a su moreno haciendo que ambos cayeran de nueva cuenta al césped—Acepto.

Se besan con todo el amor que se tienen mientras el sol termina de salir en todo su esplendor iluminando su nueva promesa, después de ello ambos se visten para volver a sus realidades, el moreno acompaño a Asmita hasta la panadería de su familia sin importarle las miradas de todos y los rumores que se puedan esparcir, era evidente que no era del pueblo pues su vestimenta lo delataba, para mala suerte de ambos un lacayo de su padre paseaba por ahí haciendo las compras y reconoció al hijo de su patrón muy cariñoso con un panadero, se fue corriendo a la mansión Gemak, su jefe tenía que saber esto.

~🌿~

Kardia tomo una gran bocanada de aire antes de atreverse a tocar la puerta, la verdad es más fácil ser espontáneo siendo el mismo, por qué aunque estaba allí para disculparse tenía que seguir manteniendo un perfíl bajo. De lo contrario todo lo que ha echo se irá por el caño, Sin más rodeo y con el corazón acelerado tocó la puerta de madera e instantes después está se abre.

Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora