~Capítulo 13 : El bandido sin máscara.

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Era inaudito

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Era inaudito...salvó a una familia entera de una muerte segura y ahora lo perseguían como si de un criminal se tratase, aunque la verdad no le sorprendía pues el comando también estaba bajo las órdenes de Hades por
ser el gobernador.

Hades tenía poder y era un corrupto.

Kardia tenía una máscara, una espada y sed de justicia.

No le agradaba nada la idea de huir como un chiquillo asustadizo, era un insulto a su orgullo, no le sería difícil acabar con esos soldados estando bueno y sano pero el mismo conocía sus límites y ya había llegado al tope, el vendaje que hizo el dulce chico de cabellos castaños era limpio y cuidadoso, pero estar corriendo desbocado en su caballo y los movimientos bruscos que realizaba no lo ayudaban mucho.

Paró el galope.

¡No iba a huir más! No. Le importaba poco su brazo herido, su cuerpo cansado y su desventaja numérica, si iba a morir lo haría como siempre soño.

Epico y con el orgullo en alto.

Estaba seguro que Zaphiri desde el más allá lo estaba reprendiendo por intrépido irresponsable, pero no tenía pensado morir, no sin antes haber entregado su amor a Degel y ser correspondido, ahora tenía una razón por la cual despertar con ganas de un mundo mejor.

Degel era su razón, y aunque esté no lo supiera iba a luchar contra cualquier adversario para poder ver su mirada amatista llena de brillo y ver su hermosa sonrisa, tomo con seguridad su espada con la mano zurda esperando a que lo alcanzarán sus perseguidores, no se tardó mucho en escuchar varios galopes calar sus oidos.

—¡Aquí está el otro bandido!—Grito uno, mientras bajaba de su caballo seguido de sus compañeros.

—No soy ningún bandido—Hablo alto y claro—Ustedes si son unos bandidos que se venden a un gótico por temor y ansias de poder.

—Te equivocas, este es nuestro deber, solo cumplimos órdenes—Los ocho se fueron acercando hasta acorralar a Kardia.

—¿Le tienen miedo? Que patético...solo tiene poder por que ustedes lo permiten—Cerro los ojos esperando los ataques, aunque no sería mala idea hacerlos entrar en razón.

—¡Callate! bastardo presumido—Para ellos era un insulto el que ese sujeto fuera tan engreído al querer enfrentarse contra tantos ¿Los subestiman? Ya vería ese payaso enmascarado.

Todos se abalanzaron de golpe para atacarlo, no había que tener compasión con ese sujeto después de ver cómo venció a doce de los mejores lacayos que tenía Hades, aunque sería pan comido teniendo en cuenta que estaba herido.

Kardia defendía y atacaba con dificultades, lo iban acorralando, cuando sintió una espada cerca de su tórax decidió ignorar su dolor y cambio de mano, apesar de tener la herida de una bala no le tomaría importancia en ese momento, la prioridad era salir de ahí, no podía dejar que lo encarcelaran y descubrieran su identidad. No ahora que sabía los macabros planes de Hades.

Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora