~Capítulo 18 : Será tu prometido.

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Después de aquel efusivo beso no existía más nada a su alrededor, Degel mantenía sus manos en el cuello de aquel enmascarado mientras este lo tomaba por la cintura, el único universo que les importaba en este instante era el que se reflejaba de su...

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Después de aquel efusivo beso no existía más nada a su alrededor, Degel mantenía sus manos en el cuello de aquel enmascarado mientras este lo tomaba por la cintura, el único universo que les importaba en este instante era el que se reflejaba de sus ojos, en sus miradas transparentes.

—¿Quién eres?—Pregunto el galo de repente manteniendo aquella posición.

—Soy el que te cuida más que a su vida soy...tu bandido—Junto sus frentes, era valioso el echo de sentirlo respirar, su presencia era necesaria por razones que no sabía cómo expresar en palabras coherentes.

—¿Me puedes contar cómo eres sin la máscara? ¿Que tipo de hombre eres? ¿Eres igual?—Preguntaba suave y sin prisas, la incertidumbre estaba palmada en su rostro, Kardia no podía negarse a responder sus interrogantes, no le podía negar nada...

—Yo...está máscara es más liviana y más llevadera que la que uso a diario—Respondio esperando haya Sido suficiente.

—Tu...tu mirada siento que la conozco tu...—Iba a decir algo pero se ve interrumpido.

En ese momento en medio de su charla una ráfaga del violento frío de la noche los estremece, en el ventarrón el pañuelo que guardaba el galo con recelo en su bolsillo sale volando perdiéndose en la oscuridad, el pañuelo que le obsequió Kardia, sus ojos se abren y poco a poco sus brazos caen hasta terminar a sus costados, su rostro se desfiguró en una expresión de horror que Kardia no entendía.

—¿Que sucede? ¿Por qué pones esa carita?—Le pregunto tomándolo del mentón para que sus miradas se crucen, al hacerlo vio sus ojos tristes.

—Perdi un obsequio que me dió un amigo...yo... necesito encontrarlo—Se alejó del mayor que quedó estático al verlo desaparecer entre el manto oscuro.

Kardia se reprendió mentalmente por quedarse parado como tonto mirando como desaparecía el galo de su vista, sus ojos azules viajaban por todos lados esperando encontrarlo, al no distinguirlo en su campo visual empezó a adentrarse en la oscuridad de la nada para buscarlo, Degel era mucho más impulsivo y rápido de lo que imagino.

—¡Degel!—Lo llamaba nervioso, al parecer a ese chico le encantaba hacerlo preocupar—Unas ramas romperse llaman su atención, sin dudar más se dirige a paso veloz hasta el lugar donde escucho el bullicio encontrándose con una escena alarmante.

Aquel jovencito que conquistó su corazón se encontraba trepando un árbol tan alto como su propio ego... aquel arbolado era sumamente alto y el impulsivo peliverde estaba trepando de este intentando tomar aquella tela blanca entre sus dedos.

El francés logro alcanzar su nueva adquisición, su sonrisa victoriosa no duró mucho pues la rama donde mantenía apoyado su pie se rompió quitándole el soporte haciéndole caer de una gran altura, para su suerte el enmascarado que trato de tomarlo amortiguó su caída cuando le cayó de lleno todo su peso.

Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora