~Capítulo 22 : ¿El adiós?

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Ambos jóvenes se estremecieron con aquel grito y sin dudarlo subieron hasta la habítacion del patriarca de la finca, al abrir la puerta de golpe el mundo de Degel se hizo trizas

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Ambos jóvenes se estremecieron con aquel grito y sin dudarlo subieron hasta la habítacion del patriarca de la finca, al abrir la puerta de golpe el mundo de Degel se hizo trizas...su cuerpo comenzó a temblar temiéndose lo peor, su padre estaba ¿Dormido? Y Abel Gemak lloraba desconsoladamente sobre su regazo.

—S-señor Abel...¿Que sucede?—Pregunto dudoso—A que se debe ese grito. ¿Mi padre está bien?—Pregunto el galo intentando acercarse pero el mayor se lo impide tomándolo de los hombros.

—Hijo...—Seco sus falsas lágrimas mientras sonreía para sus adentros—Tu padre murió.

—Pero que...eso es imposible, hace unas horas lo ví bien—Se soltó del agarre y se puso a la altura del hombre que ahí yacía...su padre no respiraba—No...esto no puede ser posible...¿Cómo? ¿Por qué?—Las lágrimas lo empezaban a invadir.

Sus dedos tomaban esa fría mano del que siempre sería su padre, aún no lograba asimilar que más nunca abriría sus ojos, más nunca lo abrazaría y le haría cariños. Tampoco lo reprenderia ni le daría sus consejos, jamás olvidaría cada noche que durmió a su lado cuando tenía miedo, sus sonrisas cuando le daba un dibujo deforme y los cuentos que le contaba, muchas fueron las noche que pasó en vela cuidando sus fiebres. Siempre lo contuvo cuando su madre murió diciéndole que todo estaba bien pero Mystoria no despertaría jamás...

—"Papi...—El pequeño Degel de siete años entraba al despacho de su progenitor que apesar de ser altas horas de la noche no se encontraba en su cama por estar trabajando.

—Mi petit...¿Que haces aquí? Te deje en tu cama hace horas—Se levantó de su escritorio para tomarlo ya que le extendía los brazos.

—No puedo dormir Papi...los truenos me dan miedo—La bella Francia estaba lluviosa y los relámpagos retumbaban, justo en ese momento el sonido invadió la habitación y como consecuencia el menor de hebras verdes se apego más al cuerpo de su progenitor fundiéndose en su abrazo.

—No tengas miedo Degel, aquí está tu papi para protegerte siempre.

—¿Siempre siempre?—Le pregunto mirándolo con sus grandes ojitos amatistas brillando.

—Siempre mi petit.

A pesar de tener aún mucho trabajo por hacer apago las luces de su despacho y se dirigió a la habitación de su pequeño para recostarse junto a el, nada era más importante que el y siempre hacia todo lo que estuviera a su alcancé para protegerlo. Lo arropó y después de darle un beso en su abultada mejilla apagó la luz.

—Papi...—Llamo el pequeño.

—¿Si?

—Si vuelve a llover mañana...¿Te volverás a quedar conmigo?

—No Deggie, está es una excepción, tú tienes que aprender a ser fuerte y superar todo lo que te propongas, yo estaré apoyándote como un pilar, nadie te hará daño mientras yo viva, este mundo es cruel y tú poco a poco lo irás entendiendo y sabras como afrontar la vida. Pero para eso debes saber vencer a la tormenta.

Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora