~Capítulo 12 : Revelaciones y espadasos.

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Podía arrepentirse

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Podía arrepentirse... dar la vuelta volver a su hogar dormir hasta medio día y olvidar todo este asunto, podía dedicarse a enamorar a Degel sin dobles personalidades, olvidar todo el asunto del enmascarado y seguir con su vida recordando la gran persona que fue su padre, seria lo más sensato pero...

También lo más fácil.

¡Jamás dejaría que la injusticia venciera! Se sentiría un poco hombre indigno de tener a alguien como Degel  y sobre todo se odiaria a si mismo por cobarde conformista, muchos dicen que una sola persona no puede acabar con la maldad, es cierto y lo sabe pero de a una a una se notará el cambió, no había marcha atrás.

¡El es Kardia Antares!

Estaba preparado para todo, pero solo buscaba una cosa, justicia... victoria...su Amor, sin más tocó la puerta con suma determinación ese sonido le indicaba que estaba apunto de entrar a un nuevo mundo. A una nueva vida, no tardó mucho cuando la puerta se fue abriendo,se presentó ante el un joven con aspecto desaliñado mirándolo con desconfianza.

—¿Que quiere?—Pregunto a la defensiva mientras miraba a Kardia de arriba a bajo, no recordaba haberlo visto en las reuniones.

—Vengo a la reunión, soy invitado directo de Hades. El Señor gobernador, si no quieres tu sucia cabeza rodando más te vale dejarme pasar—Lo miro intimidante, había actuado de ese modo por qué noto por el reflejo de un vidrio al mismísimo Hades atrás suyo.

—Disculpe a este bastardo mi estimadisimo Antares—La voz gruesa y profunda de Hades se hizo escuchar—Quitate basura, y no mires a los ojos a personas que están por sobre tu nivel.

El sujeto que cuidaba la puerta les abrió de mala gana pero tenía que guardarse sus reproches si no quería terminar mal, está gente no se andaba con rodeos cuando de matar a sus estorbos se trataba, Kardia y Hades caminaban por los extensos pasillos oscuros de la magestuosa gobernación de estilo colonial, ninguno decía nada y solo se encuchaban sus respiraciones calmas y sus mocasines chocando con la fina cerámica de terracota, su corta caminata se detiene cuando el mayor de ambos toca la única puerta iluminada del lugar, se abrió una pequeña ventana y después de ver de quién se trataba la puerta se habré dejando ver varias personas reunidas sentadas en una mesa redonda de fina madera de pino.

—Adelante—Le ordenó el pelinegro al heleno que estaba sumido en sus pensamientos, era simplemente impensable...

Habían muchos rostros conocidos en esa mesa llena de vende patrias, todos condes ,ministros, marquesas y duquesas, los reconocía por qué recuerda haber visto sus rostros en su celebración de bienvenida y también en la cena que se hizo en la finca Versau, era una cantidad bastante considerable.

—Por supuesto—Camino con seguridad llamando la atención de los que se encontraban en la mesa,estos lo miraban con asombro quien diría que se les uniría el mocoso de Zaphiri, algunos estaban incómodos pues veían con desconfianza que el hijo de ese conde que les estorbaba estuviera ahí, dejaron de hablar por qué no sabían si era de los suyos.

Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora