Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]

~Capítulo 9 : Me gusta tu manera de ser.

La noche estaba helada y nisiquiera abrazándose a si mismo conseguía darse calor , le importaba muy poco la opinión pública pero el echo de que su padre lo haya menospreciado y lo haya hecho sentir de ese modo tan
miserable le dolía ...mucho.

Caminaba ido en modo automático observando la luna con los ojos tristes y sus largas pestañas húmedas , tan absorto estaba en su melancolía que era ajeno a los pasos que se escuchaban unos centímetros atrás suyo , fue hasta que sintió unas manos tapar su boca que se dió cuenta que lo estaban siguiendo.

Los dos hombres usaban fuerza bruta para inmovilizar al peliverde pero este les dejaba la tarea difícil moviéndose como lombriz , un puñetazo fue a dar a la mejilla del galo mareandolo un poco , pero no sé daría por vencido, no Señor, Degel no era de los que se quedaba esperando ser salvados. Lo tomaban de las muñecas y las extremidades fuertemente pero el menor repartía golpes a diestra y siniestra recibiendo en el proceso , al ser dos hombres que le doblaban el tamaño le dieron unos buenos puños que lo dejaron en el suelo herido.

—Quedate quieto y esto será más fácil para todos preciosura, no me gusta golpear tu bonito rostro—Rio cínico el grandote.

—N-no voy a dejar que se salgan con la suya—Hablo con dificultad ya que lo acababan de golpear en el estómago pero aún así se puso de pie.

—¿A sí? eso lo veremos —Se abalanzó al menor y comenzó una pelea a puño cerrado, Degel improvisaba pues nunca en su vida había peleado de ese modo.

Cansados de golpear y recibir golpes decidieron marcharse ya que comenzaban a hacer mucho escándalo y no querían terminar en la orca por intento de secuestró y violación.

—Por ahora te dejaremos mocoso , pero serás nuestro tarde o temprano—Se fueron de ahí maldiciendo.

Degel agradecía infinitamente que se hayan ido pues su cuerpo no daba para más , una vez vio las manchas borrosas alejarse se permitió caer al suelo agotado y lastimado, recibió una golpiza pero no los dejo hacer su cometido.

Kardia por su parte cabalgaba desesperado y angustiado sin encontrar rastro de Degel, quería descubrir los secretos que ocultaba la gobernación y vengar la muerte de su padre pero el costo era mucho...ver a su niño tan triste fue peor que recibir el impacto de una espada.

Cuando estaba por dar la vuelta para buscar en otras direcciones vio unos cabellos verdes esparcidos en el frío suelo y sintió su alma salir por su boca , se acercó un poco más y efectivamente era Degel todo golpeado e inconsciente en el suelo.

Lo tomo en brazos como si fuera lo más delicado del mundo , como si temiera que se fuera a quebrar.

Era de madrugada y todo estaba baldío , no podía llevarlo a su casa por motivos obvios y ni loco lo dejaba en esa finca llena de imbéciles, vio una parada de descanso y corrió allí , se sentó en la banca de aquel lugar pequeño pero lo suficientemente acogedor para brindar techo y calor para su ángel de cabellos verdes.