Mi Verdadero Yo...[KardiaxDegel]

~Capítulo 38: Sangre caliente y nudillos apretados.

Como si de un resorte se tratara, Kardia se levantó de manera inmediata y miro a su entorno desorientado, se encontraba en su mansión pero por algún extraño motivo ¡Sasha Ifrad se encontraba durmiendo desnuda en su cama! Kardia bajo su mirada y se encontró con la sorpresa de que el mismo no tenía piezas de ropa puestas, no tenía idea que demonios había sucedido, sus recuerdos de toda la vida aparecieron de repente pero los últimos días parecen haberse esfumado de su memoria, nada estaba claro para el. Un único pensamiento rondaba su mente.

"Malditasea Degel va a matarme"

Podía sentir esos bonitos ojos amatista mirándolo con reproche como filosas cuchillas traspasandolo y un frío incomparable de ese guapo rostro de su esposo, de solo pensar en tener que enfrentarse a Degel enojado su piel se puso de gallina.

Sin embargo pensado con seriedad Kardia sabía con certeza de que habían muchas cosas en la vida que haría sin medir las consecuencias, pero serle infiel a Degel definitivamente no era una de ellas, así que absolutamente el NO se pudo haber acostado con Sasha, todo esto tenía que tener una buena explicación y el lo descubriría cuánto antes, tal vez era débito a su estado de estupefacción pero se sentía muy ansioso e incómodo y lo único que quería era refugiarse en los brazos de su esposo para pegar la cara en el abdomen plano del galo y calmarse sabiendo que sus dos personas más importantes estaban bien.

Kardia se acercó hasta la cama donde la hermosa mujer dormía pasible y cómoda, tomo una toalla para cubrirse y empezó a mover a Sasha levemente para que se despertará.

—Señorita Ifrad...señorita Sasha por favor despierte—La llamaba con seriedad pero la chica al parecer tenía el sueño pesado y se negaba a cooperar, el heleno suspiro estresado y con ansias de que Sasha despertará para aclarar la situación tomo un cojín que estaba al lado de la grácil figura de la mujer y le metió un almohadaso—¡Despiertese!

Sasha gruño molesta y se fue despertando de a poco, al ver que Kardia estaba de pie frente a ella una gran satisfacción la lleno, por supuesto que ningún hombre se resistiría a sus encantos y ahora estaba despertandola a estás horas de la madrugada para reclamar su ardiente cuerpo.

—Mi amor...¿Que sucede? Entiendo si tienes ganas pero no debes ser tan impaciente—Hablo coqueta saliendo de las sábanas dispuesta a abalanzarse a su presa como toda una fiera, quién hubiera pensado que Kardia en vez de corresponder sus toques la cubrió con una bata.

—Señorita Ifrad ¿Que está haciendo? Cubrase primero por favor—Desvío la mirada para no ver la desnudes de la joven, Sasha era una belleza inigualable sin duda alguna pero la mente y el corazón de Kardia estaban llenos de solo una persona, además ante todo era un caballero.

Sasha entrecerró los ojos con desconcierto, el tono educado y distante que empleaba Antares difería mucho con el hombre ingenuo y sin memoria fácil de manipular, debía ponerse alerta en caso de que haya recordado...no dejaría ir a su herencia tan fácilmente, además no descansaría hasta que Kardia Antares fuera suyo por completo.