El viento que golpeaba mi rostro era suave por el vuelo lento de Jadiel para evitar que fuéramos a caer. Reed aún me sujetaba, y parecía negarse a soltarme por miedo a que fuera a caer. Resoplé cerrando los ojos y aceptando el hecho de que el primer vuelo de Reed sobre un dragón, y que además ese dragón y él tuvieran un vínculo, fuera estropeado a conciencia. Aunque a ninguno parecía afectarle, realmente parece que no les importa.
Dejé de pensar en eso por sentirme muy cansada como para preocuparme, volví a dejar apoyada mi cabeza en el hombro de Reed y me acomodé contra él. Reed también se acomoda para sujetarme mejor en esa posición.
-Creí que jamás me permitirías tocarte siquiera un poco -comentó-. Supongo que ahora no es que tengas muchas opciones, ¿no?
-Es verdad, no las tengo... Si no quiero caer, es mejor sujetarme de ti, no tengo la fuerza para hacerlo por mi cuenta -respondí levantando la mirada para notar esa expresión de amargura, como si él se esperaba esa respuesta, pero aun así no era lo que quería escuchar realmente-. Eso era lo que también creía. Pero luego de lo que hemos pasado y lo que te he visto hacer por los animales como ese cervatillo, supongo que puedo cambiar de idea respecto a ti.
-¿En serio? -me mira sorprendido, asentí con una leve sonrisa.
-Y más ahora, al saber que incluso eres digno de tener un vínculo con una especie tan majestuosa como son los dragones.
-¿A qué te refieres con eso del "vínculo"? -cuestionó. Supongo que no le he dicho sobre eso en lo que llevamos juntos.
-Al nacer estás vinculado a algún ser, muy pocas veces son a más de uno. Pero no a todos les pasa, solo los dignos son vinculados a los dragones que son casi tan importantes como ser vinculado con un leónidos -respondí.
-¿"Leónidos"?
-Criaturas aún más importantes, protectores de la Tierra, capaces de transformarse en cualquier criatura que deseen o que su vínculo le ordene. Los más fuertes, hábiles y poderosos animales. No hay mucho escrito sobre ellos porque no se dejan ver fácilmente, solo ante aquellos que ellos consideran merecedores. Así que tampoco saben cuál es su forma original.
Reed asiente comprendiendo. Volvimos a quedarnos en silencio mientras Jadiel baja hasta la tierra frente a la niebla del reino. Se inclina para dejar que Reed me cargara de nuevo y me bajara de su lomo, él me dejó sobre una roca y yo cubrí mis ojos con una mano para aguantar el mareo que aún prevalecía.
-¿Qué pasa si... no quiero tener este vínculo? -preguntó Reed de repente. Destapé mi rostro y lo observé un momento, notando que solo era curiosidad.
-¿Conoces la leyenda del hilo rojo? -pregunté, siendo un asentimiento de cabeza de su parte la respuesta-. Bueno, es lo mismo, el vínculo es como el hilo, puede estirarse, enredarse, cruzarse, pero jamás romperse. No puedes deshacer el vínculo una vez ya encontrados ambas partes.
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LA DAMA DE LOS DRAGONES
FantasyCualquiera diría que vivir tras una barrera de niebla protectora, rodeada de solamente dragones en tu propio reino, es la mejor vida que pudieras desear, pero está en la naturaleza del humano querer conocer más, querer más. Eliette es el claro ejemp...