Para evitar las sospechas de Ayris mientras no supiera como decirle sobre Reed, he estado quedándome en el castillo a acompañarla y hacer nuestras labores juntas. Jadiel tuvo que ir a encontrarse con Reed para explicarle. Aunque, al mismo tiempo sé que solo es una excusa mía para evitar a Reed, puesto que realmente me sentía confundida con respecto a él. He buscado en todos los libros de medicina sobre el que mi rostro se pusiera rojo de ese modo, incluso arde cuando pienso en la cercanía con Reed. También he preguntado a los dragones, pero nadie sabe nada y cuando me piden el contexto de cuándo me ocurre eso... no puedo decirles la verdad. Así que es más difícil.
-"¿Qué ocurre, Eliette?" -Ayris pasa su cabeza bajo el libro que estaba leyendo para colocarse frente a mi rostro.
-No me pasa nada, ¿por qué lo dices? -pregunté.
-"Es que tienes el libro al revés."
Ella se coloca a mi lado, noté que era verdad y con una sonrisa algo avergonzada, le di vuelta al libro. Me reí nerviosa, pero dejé de hacerlo y suspiré profundo. No quería decirle que realmente me estaba sintiendo mal... desmotivada más bien. No sé lo que sea, pero estos días que he pasado en el castillo me parecieron... aburridos. Además, tengo una sensación extraña en el pecho y no puedo dejar de sentirla mientras mi mente crea la imagen de Reed en mi cabeza.
-Solo necesito descansar, últimamente los dragones han tenido muchos problemas de convivencia y tuve que solucionarlos -respondí dejando el libro.
-"Sí, han sido un poco difíciles de tratar, tienes razón. Descansa tranquila, yo iré a revisar los problemas que hayan hoy." -se ofrece decidida.
-Gracias, Ayris. Eres la mejor -sonreí caminando hacia mi habitación mientras que ella sale por la ventana.
Resoplé sentándome sobre la cama sin ganas siquiera de acomodarme en esta, pero me obligué a hacerlo al final. Me acosté y cubrí mis ojos con un brazo, intenté conciliar el sueño, pero me era imposible, en realidad no tenía sueño. Escuché un aleteo fuerte junto a la ventana, lo ignoré pensando que son los centinelas dando sus vueltas comunes; el aleteo se hace más fuerte y una sombra cruza la habitación.
-Has vuelto temprano -mencioné sin mirar.
-Pues es la primera vez que estoy aquí, en realidad.
Me senté de un salto sobre la cama al escuchar esa voz conocida y menos esperada en este lugar. Reed salta por la ventana hacia el interior de mi habitación y Jadiel se encoge para acompañarlo subiéndose por su espalda hasta acomodarse en un hombro.
-¡¿R..Reed?! -exclamé estupefacta.
Una sombra se asoma, me levanté de inmediato y los empujé hasta el baño, cerré la puerta justo cuando un centinela se para en el borde de la ventana para observar.
-"Mi reina, ¿todo está bien? Me pareció ver a alguien no autorizado entrando a su habitación" -menciona el centinela olfateando en busca del rastro del desconocido, yo agarré el perfume de mi tocador y me lo puse mientras fingía arreglarme.
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LA DAMA DE LOS DRAGONES
FantasíaCualquiera diría que vivir tras una barrera de niebla protectora, rodeada de solamente dragones en tu propio reino, es la mejor vida que pudieras desear, pero está en la naturaleza del humano querer conocer más, querer más. Eliette es el claro ejemp...