Caminaba de un lado al otro mientras los dragones y los del personal intentaban calmarme, tuvieron que traerme dentro del castillos para que los civiles no me vieran tan preocupada y así no preocuparlos a ellos, pero es que no habían vuelto ya, incluso Ayris había ido para calmarme al traer de regreso a Reed ella misma, pero tampoco ha vuelto.
-Majestad, debe guardar la calma.
-Lo sé, lo sé... pero todo ha sido tan rápido y ahora tan lento que no tengo ni idea de lo que ha pasado -bufé frustrada-. ¡Agh! ¡No lo soporto más! Blazekherr, por favor, tienes que llevarme...!
Las puertas del salón se abren, dejando paso a Ayris y algunos caballeros que se veían heridos, algunos más que otros. Me apresuré a ellos con preocupación.
-Lo siento, mi reina, éramos pocos comparados con los enemigos -comenta uno de ellos.
-Déjenme curarlo para que puedan explicarme lo que pasó -traté de concentrarme y no dejar que mis emociones fuertes me impidieran curarlos. Todos suspiran aliviados cuando sus heridas sanaron.
-El rey estaba herido luego de darles tanta pelea él solo, para cuando llegamos ya lo habían capturado, lo usaron en nuestra contra. Amenazando con matarlo si no nos rendíamos.
-Pero... entonces su objetivo no era matarlo, solo atraparlo -pensé-. ¿Por qué lo harían?
-Nosotros tampoco lo sabemos, pero supusimos igual, así que peleamos para recuperar al rey... pero no fue suficiente, incluso los dragones tuvieron dificultades contra sus armas.
Ayris da unos pasos al frente para acercarse, traía una mirada de desprecio en contra de esos atacantes.
-"Usaban piel de dragón para protegerse de nuestras flamas. Son despreciables" -gruñó enfadada y yo me sentí asqueada, ¿cómo es posible que hicieran algo así con las pieles?
-Debemos salvar a Reed -sentencié-. ¿Saben quiénes eran los enemigos?
-Eran del reino de Trosth, majestad.
-¿Trosth? -recuerdo ese reino, lo di en una de mis clases-. Está bien, esta vez iré y haremos las cosas a mi modo. Ayris, prepara a los dragones. Ustedes vayan y reúnan a los que estén dispuestos a pelear en frente del castillo.
Todos asintieron y se fueron corriendo y volando mientras yo iba a la biblioteca y agarraba el mapa que el profesor de geografía me había dado para encontrar al reino de Trosth, recuerdo los detalles muy bien sobre ese reino, así que espero que sea suficiente. Todos nos reunimos donde había comentado, algunos dragones estaban listos al igual que algunos humano. Eran varios, por suerte.
-Bien, el resto de los dragones aparte de ustedes deben quedarse a cuidar el reino. Nébula, que tus dragones levanten la niebla de nuevo, no sabemos cuánto tiempo estaremos fuera y no quiero arriesgarme a que los ataquen mientras tanto -ordené. Ella asiente y se va volando-. Algunos de los caballeros nos acompañarán, pero otros tendrán que quedarse, en caso de ser atacados y que lleguen hasta el pueblo, ustedes deben mantener el orden y evacuar a los civiles dentro del castillo.
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LA DAMA DE LOS DRAGONES
FantasiaCualquiera diría que vivir tras una barrera de niebla protectora, rodeada de solamente dragones en tu propio reino, es la mejor vida que pudieras desear, pero está en la naturaleza del humano querer conocer más, querer más. Eliette es el claro ejemp...