Lucio, hermana. Lucio Fernando

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Faltaban minutos para comenzar su segundo día de clases, el día anterior Lucio se habia salido con la suya, nadie pudo captar su ausencia en el aula magna o al menos eso creia el, ya que poco antes de ingresar al establecimiento nuevamente se cruzó con el viejo Gordon en la entrada.

—Como estuvo tu primer dia muchacho? —preguntó el anciano.

—Eh e estuvo bien Gordon! gracias por preguntar! —respondió un poco sorprendido.

—Y dime, que te parecio el viejo portón del patio trasero? lindos pinos no es asi? lo hice yo en mis tiempos de gloria, hablo del portón ja ja, aunque también he plantado la mayoría de los pinos, excepto el mas alto, ese que es ideal para recostarse, creo que ese tronco esta aqui desde tiempos inmemorables

Lucio no supo que decir, la verdad esto lo habia tomado por sorpresa, siempre fue muy cauteloso y hubiese jurado que nadie lo habia visto, no al menos desde el punto de vista del colegio ya que había pensado y analizado cada perspectiva antes de elegir el lugar exacto para recostarse, descansar y así permanecer lejos de los interminables discursos escolares que tanto odiaba.

—Es hora de entrar Lucio, no querras llegar tarde de nuevo ja ja —finalizó el portero mientras continuaba barriendo la entrada del edificio.

A Lucio el anciano le parecía cada vez mas raro, sin mencionar que no recordaba haberle dicho su nombre, aunque para bien, claro está, sentía que era alguien diferente e interesante a pesar de ser un simple portero, había algo en su mirada y en su sentido del humor que le llamaba mucho la atención a pesar de haberlo visto no más de dos veces.

Mientras se dirigía al aula no paraba de pensar en lo que Gordon le habia dicho, ya estaba seguro que lo habia visto, sus preguntas fueron bastantes directas y concisas. Le habrá dicho algo a la directora? pensó.
Esto seria un grave problema ya que faltar a la conmemoración del fundador de la institución no era la mejor idea que digamos, y no en su primer día, el que habia llegado tarde. Sin embargo, justo antes de ingresar al aula Lucio observó que la directora Taner se paseaba por los pasillos y no pudo evitar cruzarla.

—Buenos dias! como le fue en su primer dia joven? la hermana Chabel me ha contado que su nivel de conocimiento parece ser elevado, cual fue su colegio anterior? —preguntó la directora con un tono amigable, algo poco visto en ella.

—Buenos dias directora Taner! honestamente me siento halagado, la hermana Chabel parece ser una persona de intelecto formidable —respondió Lucio y siguió:

—Verá, debido al trabajo de mi padre estuve en muchas ciudades diferentes a lo largo de mi vida, por lo que fui educado en casa con profesores particulares.

—Lo es, y no solo eso sino que es una de las docentes mas dedicadas del establecimiento, me alegro que le puedas sacar provecho, ahora entra al aula, que ya empiezan las clases.

—Si directora, que tenga un buen día. Lucio pensó que ya no debería preocuparse más, claramente la directora Taner no estaba enterada de lo sucedido el día anterior.

Notó que sus compañeros tambien obviaron el detalle de su ausencia, quizas porque nadie lo conocía aún, excepto Sabrina, que al ver a Lucio ingresar al aula no le sacaba los ojos de encima, estaba sorprendida, teniendo en cuenta la rigurosidad con la que se trabaja en los colegios católicos, y más en los actos presenciales. El chico nuevo se habia salido con la suya!

—Buenos días alumnos! yo soy la hermana Cecilia, su nueva profesora de matemáticas, a partir de ahora estare cubriendo a la profesora Cormillot que estará ausente por unos meses.

    La hermana Cecilia era una señora de edad avanzada y por su tono elevado a la hora de hablar y su forma de caminar dando vueltas en todo el aula pareciera ser que no era una buena noticia ya que la profesora cormillot era la mas dulce de la institución.

—Quien se anima a pasar al pizarron? —preguntó la hermana mientras terminaba de escribir unos ejercicios combinados.

—Nadie? esta bien!, creo que de esto se encargara el azar, a ver, TU! jovencita, adelante, muéstranos como se solucionan estos ejercicios.
Sabrina estaba muy nerviosa, era excelente alumna en lo que se refiere a teoría y las ciencias sociales y naturales, aunque, en matemáticas no le iba muy bien que digamos.

—Yo lo haré profesora —Se escuchó en el fondo, era Lucio dirigiéndose hacía el pizarron con una hoja en la mano.

—De hecho, ya lo hice aqui, puede fijarse y, si no hay errores me encargaré de pasarlo a la pizarra para que lo puedan copiar mis compañeros a modo de referencia —contestó mientras le entregaba una hoja con los ejercicios terminados a la hermana que, sorprendida por el corto tiempo que le ha llevado al joven, expresó:

—Como lo hizo tan rapido?

Estos eran ejercicios complejos hechos por ella, no esperaba que alguien lo hiciera en la primer clase, de hecho, el motivo principal de estos era incentivarlos a seguir intentando a pesar del fracaso, a que se esfuercen aún mas.

—Tuve un buen profesor de matemáticas y los empece a hacer apenas usted los iba escribiendo en la pizarra —respondió Lucio mientras la hermana afirmaba con la cabeza la perfeccion de tales ejercicios.

—Ya veo

—Esta bien alumno, puede sentarse, como es su nombre? —preguntó—

—Lucio, hermana. Lucio fernando.

El secreto de Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora