No huyo *2*

"NOCHE DE COPAS"

He dejado a TJ durmiendo en su habitación. Sabrina me espera en el salón de mi casa, con una botella de vino rojo y dos copas.

Bajo y me siento en el sofá mirando a la nada... llevo cinco años evitando tocar este tema, y esta no sera la excepción.

- Karina...

- No Sabrina, no quiero hablar de el. El está haciendo su vida y yo estoy haciendo mi vida... todo acabó en el momento en el que lo abandoné.

Sabrina se cambia de sitio y se sienta junto a mi. Deja su copa en la mesa y me agarra de las manos haciendo que la mire.

- Karina, Stephen no ha podido olvidarte en ningún momento... y tu tampoco.

Aparto la mirada y miro la copa de vino.

...

Recuerdo aquella noche cuando abandone al hombre que amaba para meterme en el mundo ilegal donde habían vivido mis padres y hermano.

Aquel coche me llevó a la base donde ellos tomaban sus decisiones. Me aceptaron rápido, después de todo llevaba la sangre de mis padres y hermano. A pesar de eso me costó que confiaran en mi.

No tarde en demostrarles de lo que era capaz, y aunque la primera semana fue dura, me acostumbré rápido, no tenía otra opción después de todo.

Mis padres tenían un único negocio, el tráfico de armas. No estaban metidos ni en drogas, ni en trato de blancas ni nada por el estilo. Solo se relacionaban con las armas.

Los días pasaban lento, yo echaba de menos a Stephen, sabía que lo había roto por completo, que había desaparecido sin dar ningún motivo ni explicación, pero no podía permitirme hundirme.

Guarde todo lo que sentía y me atormentaba y lo concentré en los múltiples entrenos que ejecutaba. Eso junto al hecho de quedar con hombres que me miraban por encima del hombro como si no sirviera para nada, me obligó a demostrar mucho mas de lo que era capaz y mas si me enfadaban.

El día en que recibí la noticia de que estaba embarazada me tomó tanto por sorpresa, que quede en shock... no sabía como tomarme esa noticia. Lo único que sentía era una felicidad enorme que me invadía.

Algunos de los hombres no se lo tomaron a bien, pensaban que al estar yo embarazada no haría las cosas como se deben y decidieron marcharse. No los frené, a cambio demostré que el estar embarazada no me impedía hacer mi trabajo y amenazar a los que intentaban aprovecharse de ello.

A los tres meses conocí a Alek y a Cris, que se encontraban en el extranjero acabando un trabajo. Al principio no se tomaron a bien la muerte de mi hermano... es normal, por lo que escuché ellos tres eran como hermanos inseparables.

No tardaron mucho en coger confianza y en llevarnos como familia. Y se alegraron muchísimo ante la noticia de que estaba embarazada. Ambos me apoyaron en mis noches de flojera, cuando recordaba a Stephen y esos momentos que pasamos juntos. Nunca me juzgaron, solo se acoplaron a mi vida y me ayudaron a convertirme en lo que soy ahora.

El primer año fue el mas duro de todos, sobretodo porque al ser mujer y nueva en este mundo, pensaban que podrían salirse con la suya. Caso error, se equivocaron en todo y se llevaron algunas palizas.

El día en que TJ nació todos fueron a visitarme al hospital. La gran mayoría lloraba de la emoción. Para que luego digan que los mafiosos no tienen sentimientos.

TJ fue la luz de todos, tanto mía como la de mis hombres... y no me arrepiento de nada.

Mientras pasaban los años me fui enterando que tanto mis padres como mi hermano tenían un lema.

"La sonrisa es la mejor arma cuando te encuentras en aprietos"

Tarde poco en entender lo que realmente significaba eso, simplemente querían dar una imagen diferente. La sonrisa de las personas es lo mas hermoso que pueden tener...

Cuando veía la tele, no podía evitar ponerme en el canal donde siempre salía Stephen. Aunque me rompía verle, no podía evitarlo. No sabía si se había olvidado de mi, si había seguido con su vida o si simplemente se encerró en si mismo.

Ver crecer a mi hijo estos cinco años me ha dejado claro que es la viva imagen de su padre. Y no puedo evitar sonreír de mas y mimarlo mas de la cuenta. Recuerdo una vez cuando yo estaba trabajando en el despacho y me vinieron corriendo diciendo que no lo encontraban por ninguna parte. Creo que ese día todos temieron acabar con el cuerpo lleno de perforaciones.

Lo encontré al cabo de dos horas en la biblioteca junto a Alek durmiendo. Pedí que llevaran a TJ a su cuarto y me encargue de despertar a ese idiota de la manera mas acojonante posible. Nunca mas volvió a llevárselo sin decirme antes donde se iban.

...

Cinco años han pasado desde entonces... 

- Si lo he olvidado, tengo a TJ, es lo único que necesito.

Sabrina niega con la cabeza y ríe.

- Eres una cabezota irremediable. Tu verás lo que haces, pero ahora vamos a beber!

Me río y obedezco a mi amiga. Bebo de mi copa pensando en lo que ha dicho.