Prólogo

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–¡Lo vi!–.

A veces la vida no es como uno se lo espera.

–¡NO DEJEN QUE ESCAPE!–.

Él lo sabía más que nadie, era un experto.

–Schnellere Müßiggänger (Más rápido holgazanes)–.

Ya nada podía sorprenderlo, no después de todo lo que pasó.

¿Quién es él? México. Un "sobreviviente".

–Как вы думаете, куда вы идете? (¿A dónde crees que vas?)– lo tomó por la muñeca.

Rebobinemos.



–¡NO ES JUSTO!– gritó el pequeño de 9 años.

–México, no seguiré discutiendo esto– respondió su madre.

–Pero yo quiero ir–.

–Ugh, como chingas – giró lo ojos –A veces me pregunto que hice para tener un hijo tan egoísta y desagradecido como tú–.

–Entonces lárgate y déjame solo– gruñó.

–Ganas no me faltan– respondió la mujer para luego mirar a su hijo –Volveré en 3 horas– suspiró –¿Quieres que traiga algo?–.

El niño no respondió.

–Te amo– murmuró su madre –México, te amo–.

El tricolor corrió a su habitación.

Nunca hubiera creído que ese sería el último día que vería a sus padres.

El país no dejó de crecer, pasó su etapa de niñez y llegó a su adolescencia, fue entonces cuando nuevas necesidades empezaron a surgir, y había un en particular que no podía ignorar.

El sexo.

No recordaba bien su primera vez, y no, no hablo sobre su primera relación sexual, si no las medidas que tomó para tenerla. La gente usualmente lo despreciaba, no los culpaba, era un vagabundo maloliente, él también se alejaría.

Había estado viendo a un chico últimamente, su piel verde y ese escudo azul, sentía que lo llamaban. Planeó todo con anticipación, estudió sus horarios y rutas, acorralarlo no fue tan difícil, ese día México descubrió lo que era el placer y no quería dejarlo ir. Al terminar su trabajo, no podía permitir que escapara, lo mató, no era la primera vez que lo hacía, no le pesó tanto, no tuvo dificultad al hacerlo, sabía que puntos eran los vulnerables, sabía dónde atacar y sabía como huir.

Esa primera vez fue la que sentenciaría el futuro de latino y no era muy brillante que digamos.

Esto fue cuando el chico tenía 15 años, ya habían pasado 2 años y el país se había vuelto más astuto, hábil, rápido e incluso podríamos decir que hasta más atractivo.

Brincaba por los tejados, como ya estaba acostumbrado, buscando nuevas víctimas para satisfacer sus más profundos deseos; entonces lo vio, su doppelganger, una persona completamente idéntica a él, bueno, no totalmente igual, a este le faltaba escudo, pero fuera de eso nadie notaría la diferencia. Lo admiró con detenimiento, tenía una nueva víctima.

Y esta sería la más importante de todas.

Doppelganger ◇Rusmex◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora