El amanecer en Manhattan desde el último piso del edificio más alto en la ciudad es un sueño hecho realidad.
Sin embargo, para estudiantes de intercambio como Aiden significaba perder el primer día de clases en la universidad de sus sueños.
— ¿Qué demonios? — musito cuando pudo darse cuenta que había despertado en alguna cama del ostentoso apartamento de Bastian Bissett, y encima suyo Kalena y Elise, compartiendo un espacio. —chicas...
—Dos minutos más... — Kalena bostezo tomando su teléfono en una mesita de noche para ver la hora.
6:30 a. m. —Mierda.
Elise despertó enseguida. — ¿Dónde estamos? — se acomodó el cabello lo mejor que pudo y los tres se irguieron entre las sábanas de seda.
—Seguimos en el lado este. — Aiden estiró los brazos. — debemos llegar a Greenwich Village a las siete si pretendemos darnos un baño y conseguir ropa limpia.
—Hay que apresurarnos. — Elise se aliso el pantalón y se recogió el cabello en un rodete.
Kalena intento levantarse de mala gana, y al acercarse al espejo corredizo de cuerpo completo en el armario reprimió un grito de terror. Tenía demasiado frizz.
—Al fin despiertan. — una voz irrumpió en la habitación obligando a que los tres huéspedes voltearan al mismo tiempo para ver a Sebastian apoyado sobre el marco de la puerta. Con su cabello castaño enmarañado y el semblante extrañamente seductor que poseía cuando sus ojos verdes se dedicaban a mirar fijamente a alguien. — Se perderán el desayuno, Harper y Dante ya están en el comedor, por cierto, pero ellos no decidieron que no irán al colegio hoy...
— ¿Y Wesley? — Aiden preguntó ingenuo, y todos pudieron notar el tono nostálgico de sus palabras.
—De marchó anoche con su novia. — recalcó Bastian en la última palabra.
—Por supuesto que lo hizo. — Aiden puso la mirada en blanco antes de caminar hacia él . << ¿Cómo podía lucir tan fresco? >>. — gracias por la hospitalidad, pero no pienso perderme el primer día en Parsons.
Sebastián bufo con aires de sarcasmo. — diviértanse jugando a vestir muñecas, yo iré a Cornell y retomare mis lecturas de medicina.
—A noche no eras tan cretino. — intervino Kalena.
—A noche tuve que obligar a Harper y a Dante que me ayudarán a subirlos a mi cama...
Sebastián interrumpió a la chica de cabello esponjado que no tardo en ruborizarse.
–Un segundo ¿Nos cediste tu cama? — Elise reparo en las palabras de Bastian.
—Por supuesto que no. — arqueo una ceja. — pero todo lo que hay en este departamento me pertenece.
Fue en ese instante que Aiden, Kalena y Elise abandonaron el dormitorio en fila para dirigirse a la salida, pero repararon en que Dante y Harper en efecto, estaban desayunando huevos pochados, café y pan francés.
Omitiendo el detalle de que todo parecía impecable, gracias a los empleados que Bastian había contratado un día antes, y que habían prestado sus servicios un par de horas antes del amanecer.
— ¡Hey, buenos días!— Harper sonrió entusiasta al ver a las chicas y a Aiden desfilar como zombies.
Dante solo les dedico una mirada rápida e hizo un gesto para saludar mientras masticaba lo que fuera.
Elise se despidió de Harper con una sonrisa y Aiden le tomó por los hombros esperando que avanzará.
Bajar de vuelta al tráfico infinito de Manhattan, dejaba mucho que desear, no era nada agradable saber que llegarían tarde, y menos, después de una noche de copas poco memorable después de amanecer como un trío de muertos vivientes.
Fue en ese momento cuando Aiden recordó que ademas de su teléfono llevaba consigo la tarjeta con dinero de su padre, y decidió caminar dos calles más junto con sus nuevas amigas para conseguir gafas de sol, perfume y la base correcta de maquillaje.
Después de aquella parada de emergencia, pudieron pedir un taxi que los llevará a la universidad.
Parsons era un sueño, un lugar donde grandes diseñadores se expandía desde Marc Jacobs, Dona Karan, Alexander Wang y Bella Hadid.
Y Aiden LeClair estaba dispuesto a dejar su huella entre los estudiantes.
A penas cruzo la puerta con Kalena y Elise a los costados, supo que no todo debía ser tan malo.
Las miradas y los murmuros no se hicieron esperar en el corredor, una acción que no le molesto, después de todo, estaba acostumbrado a ser el centro de atención.
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Fashion Diaries
Teen Fictionprecuela oficial de "fashion killer". Todo comenzó con un sueño, un boleto de salida y un secreto de muerte...