Las personas son una caja de emociones propensa a quebrarse, tan frágil e individual que al abrirse o romperse puede desatarse el peor de los catástrofes.
Mientras unos ríen, otros lloran, y melancólicos repasan los años en los que erraron o soltaron la posibilidad de ser genuinamente felices.
En cambio, hay quienes esperan un milagro para poder tener un nuevo comienzo.
La madre de Kalena Orville dormía sobre el hombro de su esposo, cuando una enfermera llegó de prisa informando lo que hasta ese momento parecía imposible...
—Su hija ha despertado.
El señor y la señora Orville intercambiaron una mirada ingenua antes de voltear de nuevo hacia la mujer uniformada que venía a dar la única noticia que podía llenarles de alivio y gozo el corazón.
— ¿Y como esta? — titubeó la señora Orville en medio del asombro y la esperanza.
—Por el momento esta consiente, pero aún no sabemos si ha sufrido algún daño causado por el coma. — Intervino el doctor que se encontraba inexpresivo a un costado de la enfermera. — A penas hagamos los estudios correspondientes podrá recibir visitas, eso es seguro.
El señor Orville tenía lágrimas contenidas en su semblante, pero una gran sonrisa asomándose en su rostro antes de abrazar a su esposa. —Estará bien, yo sé que así será...
Kalena había despertado por alguna razón, en medio de la devastación siempre puede existir un milagro, pero aquella noche quizá habría sido la fuerza de las tinieblas quienes la devolvieron a la chica para hundir en el averno al único responsable de su desgracia antes de que otra chica se convirtiese en su víctima.
Sebastian había tomado una botella de champagne que agitó para descorcharla en medio de la estancia mientras el resto de los invitados se bañaban de espuma en medio de un trance donde solo podía escucharse el cambio de ritmo.
Kai se movía en medio de dos chicas que se restregaban contra él ocasionando que una erección le estorbara en la entrepierna, pero estaba tan ebrio como para pensar en disimularla.
Aiden estaba bebiendo tequila con el estómago vacío cerca de Wesley quien parecía buscar a alguien entre la multitud.
Necesitaba saber que había sido de Cathrina después de su momentáneo encuentro en el baño.
—Ahora vuelvo. — mencionó Wesley a Aiden mientras comenzaba a caminar para localizar a la chica.
—Te espero aquí. — respondió Aiden por mera cortesía, poniendo su completa atención a la maravillosa mesa de dulces que tenía en frente, con bombones de chocolate, cupcakes de vainilla con todos los colores, gomitas acidas, brownies y algodón de azúcar...
Todo lo que quisiera, a su alcance.
Cuando la tentación se apodera de tus sentidos, correr sería la única opción, pero nadie quiere huir ante lo que provoca placer a su propio ser.
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Fashion Diaries
أدب المراهقينprecuela oficial de "fashion killer". Todo comenzó con un sueño, un boleto de salida y un secreto de muerte...