19: Debilidades

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El tiempo pasó lento para Aiden desde que Ophelia, la casera de los Goldman lo recibiera, y minutos más tarde para que Charlotte y Kenneth le invitaran una taza de té para esperar a Wesley.

¿Cómo les explicaría que lo alcanzo a ver saliendo con Irina?

¿Cómo explicarles que le mintió a su hijo para entrar y conocer su casa?

— ¡Que maravillosa sorpresa Aiden! le he hablado a Kenneth sobre ti, Wesley dice que eres un gran estudiante.

Charlotte era entusiasta, la clase de esposa que siempre adulaba a su familia.

—Familiar de Irina Volkov, curioso ¿Por qué no te hemos conocido? — Kenneth cuestiono con amabilidad.

Estar sentado sin saber que responder realmente era una molestia, pero Aiden era ágil para eso, las pequeñas mentiras eran un fuerte que venía perfeccionando hace tiempo.

—Gracias, la verdadera razón por la que Irina y yo nos hemos distanciado ha sido el matrimonio de mi tia Florence, tuvieron que moverse a Moscú desde hace unos años, pero les aseguro que cuando mi prima y yo nos reunimos seguimos siendo igual de unidos que cuando éramos niños.

Los padres de Wesley parecieron conmoverse.

— ¿Qué tal te parece Nueva York? — cuestionó Kenneth Goldman algo desafiante, con esa mirada fría, y la sonrisa de tiburón que asomaba en su semblante.

<<Escandaloso>>. —Increíble desde luego. —admitió Aiden con entusiasmo aparente. —Tiene un encanto muy especial, mi padre seguramente estaría encantado con las vistas que se disfrutan desde algún rascacielos.

—Deberías invitarlo un fin de semana, quizá quiera pasar las fiestas decembrinas por aquí...

Sugirió Charlotte cruzando los pies para reposar mejor sobre su asiento.

—Es una gran idea, sin duda. — Admitió Aiden por cortesía. Era un hecho que la ciudad le encantaba, pero no quería tener que ver a su padre cara a cara después de todo lo que había ocurrido antes de aterrizar en Manhattan, mucho menos después de saber que Kalena sabía su secreto y Cathrina podía estar indagando sobre el paradero de Virginia.

Mucho menos quería ver a los padres de Wesley sabiendo que ambos compartían el secreto de un cadáver oculto en las aguas del Sena.

—Magnifico. — expresó Kenneth en su gran sonrisa. —si quieres puedes esperar a mi hijo en su habitación, mi esposa y yo iremos a casa de unos amigos...

Aiden asintió tímidamente antes de despedirse. El té aún estaba algo caliente, pero Ophelia lo retiró en silencio. —De acuerdo, ire arriba, que tengan una excelente tarde.

El joven parisino se esperó a estar completamente solo antes de admirar el interior del pent-house con detalle, los Goldman se guiaban por una estética romántica y moderna, con colores blancos, detalles dorados, alfombras con brocado y grandes jarrones de porcelana con hortensias rosadas.

Subiendo las escaleras de cristal habia un gran espejo que dividía el espacio entre las habitaciones que Wesley y sus padres.

A pesar del glamour, aquel sitio podía sentirse acogedor. Los Goldman eran una familia unida y agradable, era evidente que no podían ser perfectos, pero al menos conocían a la novia de su hijo.

Aiden sabía que su padre estaba muy lejos de conocer la vida de sus hermanos, y la suya.

Guiado por la curiosidad se adentró en la habitación de Wesley, que era tan amplia como la residencia que compartía con sus compañeras de universidad.

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