Epílogo

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Manhattan, Nueva York

Entre luces navideñas, besos bajo el muérdago y buenos deseos Sebastian Bissett tomó una oportunidad para salir a la ciudad envuelto en su gabardina de Burberry antes de abordar el metro. 

El pretexto de conseguir regalos de último momento fue perfecto para ir a la prisión de mujeres donde se encontraba Cathrina Pierce.

Hacer visitas no era difícil para alguien como él.

—No te preocupes, te sacaré de aquí...

La chica parecía agotada, triste, sabía que a pesar de ser abusiva con Virginia eso no la convertía en una asesina...

Aiden y Wesley se las habían ingeniado a la perfección para usarla como un chico expiatorio.

—No estaré satisfecha solo con salir de la prisión. — la chica tensó la mandíbula y apretó los puños sintiendo una presión aplastante en el pecho.

Como si deseara sacar el coraje y el odio acumulado en las semanas que llevaba dentro.

—Sebastian, si aún me amas promete que vas a terminar con ellos. — sentenció la chica por fin.

El chico frente a ella suspiró profundamente, sabía que estaba contra la espada y la pared...

No quería traicionar a su mejor amigo por una chica, pero él lo hizo con él arrebatándole la oportunidad de tener una relación estable, comenzar de nuevo y olvidar su pasado con Harper.

—Descuida, mis abogados harán todo lo posible, ya hice unas llamadas a personas que podrán ocuparse de ese par de criminales.

Sebastian esbozó una media sonrisa complaciente en su semblante, primero destruiría lo que a Wesley le importaba.

Su insignificante historia de amor.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.

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