Un disparo puede ser fatal dependiendo de dónde y cómo sea disparado, cosa que puede variar mucho. Pese a eso no importa la situación, siempre va a ser catastrófico, una bala dentro de una pistola lleva a un disparo y ese objeto creado por el ser humano solo fue inventado para destruir, y ciertamente para proteger. Pero si se necesita ser protegido es porque hay peligro y en este caso es por los mismos humanos.
Creando instrumentos para matar a otros no lograrán eliminar la maldad, sino crear más. Porque cuando muchos matan no se conforman con eso y sienten más sed de sangre. Bien se dice que la muerte trae más muerte. Y la culpa no la tiene la pistola ni la bala, sino quién hace el disparo, a quien no le importa hacer daño y más bien se siente mejor al influirlo, creyendo en una ilusión de que lo que hacen está bien puesto que defienden a alguien o algo, pero no piensan en que solo hacen más daño.
No sabía qué opinar al respecto con todo el asunto de Joselyne, no tenía idea sobre de dónde salió la idea de secuestrar a su futura esposa, así que Kael seguía considerando que quizás Alexhander estuviese un poco loco. Aun así, debía cuidar de él, era su trabajo y más que eso era su deber... pero de aquello solo él sabía.
Kael miraba desde lejos con su rifle, la pelea estaba a lo lejos. Esta vez no era contra la policía sino más bien contra otra banda de narcotráfico. Los enemigos tenían armas pesadas así que cada disparo al cuerpo dejaba una gran marca de sangre, a diferencia de las propias que más bien eran cómodas y las heridas no sangraban hasta tiempo después de haber encajado en el cuerpo.
Joselyne estaba cerca de Kael, guardándole la espalda junto con Blake que estaba por allí de casualidad. El edificio estaba abandonado, aquella zona era el primer piso así que no había ido a ningún lugar alto, solo se había ocultado.
Alexhander seguía diciendo que ella no podía estar en el centro de la acción de no ser que quisiese ser asesinada. Pero Kael sabía bien que ella se preocupaba mucho por el jefe, aunque intentaba no demostrarlo.
Los disparos se escuchaban en todas partes así que era imposible reconocer uno en específico, de no ser por el ardor que sintió de pronto Kael en el pecho. Se detuvo un momento de disparar propiamente él para ver que ocurría. Un agujero yacía en su camisa negra y la sangre brotaba en una pequeña cantidad ¿fuego amigo? –pensó él mirando alrededor antes de empezar a perder las fuerzas y caer al suelo. Solo esperaba que no hubiese dado en su corazón.
Ya en el suelo alcanzó a ver borrosamente y con oscuridad alrededor de su visión divisó una sonrisa femenina, luego de eso se desmayó.
M
Siete horas antes...
– ¿Entonces el mayor motivo por el que haces todo esto es por un diamante? –preguntó Joselyne a Alexhander sin acabar de entender todo– ¡Pero si tienes como mil!
–De hecho, son más –la corrigió él solo para ver cómo le daba una mirada de seriedad.
–Da igual, habla de tu riqueza cuanto quieras –dijo ella suspirando.
–Sí, bueno. Como te digo, este diamante es especial ya que es rojo. Verás, hablando de esta piedra preciosa hay de muchos colores, estos varían dependiendo de muchas cosas. Pero a lo que voy es que el rojo es especialmente raro y valioso, normalmente lo confunden con el rubí, pero son cosas muy diferentes –explicó él como si hablase de algo que realmente le agradara. Definitivamente a lo que se dedicaba era su pasión, no odiaba ser traficante, quizás de drogas sí, pero en lo que se refería a las joyas no.
–Créeme que no los diferenciaría –confesó ella sentada en la cama del cuarto dorado viéndolo caminar de un lado a otro–. ¿Pero por qué especialmente este entre tantos?
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El Diamante Escarlata
ActionJoselyne es una chica llena de aburrimiento en su vida como recepcionista. Una noche se ve raptada por un hombre de ojos gris azules quien le propone un simple contrato, ayudarla con su negocio y conseguir el diamante más caro del mundo, o morir. Pe...