Akira POV.
El sol se reflejaba a través de las finas cortinas de la habitación, y este, pegaba directo en mi rostro. Me desperté sin mucho ánimo y miré mi reloj. 7 AM, tan solo 3 horas de sueño, y muchas cosas por hacer. Quise descansar un poco más, pero tres golpes secos en la puerta, terminaron por hacer que desechará este plan.
Al abrir la puerta, me encontré con una enfermera.
- Buenos días... ¿Akira-Kun verdad?-
- Así es, igualmente, no es necesaria la formalidad. Akira está bien para mí.- La enfermera me miró extrañada, pero prosiguió en su camino hacia Ann.
Ann lucia igual que ayer. Su cuerpo no mostraba signos de mejorar, lo mismo iba para sus signos vitales. Ese piel pálida tan característica de ella seguía de la misma manera, incluso más blanca aún.
La enfermera recomendó paciencia, y que ante cualquier inconveniente, no dudará en llamarla. Le agradecí por sus servicios, y le pedí si por favor podrían mandar una enfermera, ya que tendría que hacer unas cosas durante aproximadamente 2 horas.
- Claro, ningún problema, la enfermera estará aquí en un instante.- Dijo la señorita, con una sonrisa bastante cálida.
- Gracias.-
- Por cierto, ¿Puedo preguntarle algo?- Dijo, apoyándose en el marco de la puerta durante un momento.
- Claro, ¿De qué se trata?- No estaba de humor para preguntas, pero no había razón para ser descortés con la enfermera.
- ¿Cuál es su relación con la señorita?- Okay, eso sí es un poco molesto.
- ¿Acaso importa? Estoy aquí con ella porque es mi mejor amiga. Nada más. Solo eso.-
- Okay, discúlpeme. No pretendía ofenderlo.- Mientras hacía una reverencia frente a mi.
- Discúlpame tu, no tendría que haber contestado así. El estrés y la falta de sueño me provocan estar así.-
- Lo comprendo señor, yo estuve en su misma situación hace unos años. En fin, la enfermera estará aquí en unos instantes. Gracias por su paciencia.-
Sin nada más que decir, dicha señorita salió por la puerta, rumbo a la recepción. Ann estaba en una de las últimas habitaciones del pasillo, eso hizo que la enfermera llegara antes de lo esperado.
Intente explicarle lo mejor que pude sobre la situación en la que estábamos, intentando usar algunos términos médicos de vez en cuando. Cuando la enfermera comprendió, me dijo que no me preocupara, y que no intentará apresurarme en mis trámites. Que ella estaría aquí el tiempo que fuera necesario.
Dicho y explicado todo esto, le di las gracias una vez más y me dispuse a marcharme hacia el Café Leblanc, a buscar el dinero.
La cuenta este mes sería de 100.000 yenes. Era algo bastante caro, pero este era el mejor Hospital de todo Japón. Contando con las últimas maquinarias, y con los mejores médicos, no había ninguna duda de que el Hospital sería caro.
Por suerte, en todas nuestras visitas al Metaverso, pude ahorrar una suma cercana a los 3.000.000 de yenes. Sería más que suficiente. Estaban escondidos detrás de una pared falsa en la parte superior de Leblanc. Si se preguntan porque... ¿Cómo explicarían que un estudiante tiene semejante cantidad de dinero?
Llame a Sojiro ni bien puse un pie fuera del Hospital, necesitaba que me preparara el dinero, ya que el era el único que sabía donde estaba, aparte de mi.
"- ¿Hola? ¿Akira?-
- Hola Sojiro.-
- ¿Cómo está Ann? ¿Cómo estás tú? ¿Cómo es la calidad del hospital? ¿Es tan bueno como dicen?- Sonaba preocupado. Comprensible.
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Persona 5. La historia final.
Hayran KurguAkira, Ryuji, Ann, Futaba, Yusuke, Makoto, Haru y Morgana. Estas 8 personas fueron los Phantom Thieves durante alrededor de un año. Todo había terminado cuando destruyeron el metaverso, ¿O quizás no? ¿Quizás habían quedado sentimientos y pensamiento...