Parte III

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Se suponía que tenía que actualizar ayer pero anduve muy ocupada, así que lo haré ahora junto con So f*cking close

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Se suponía que tenía que actualizar ayer pero anduve muy ocupada, así que lo haré ahora junto con So f*cking close.
Actualizaré esta historia martes, jueves, y domingo, así que mañana habrá un nuevo capítulo también! buen lunes a todes!!!!

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Henry Fisher se había criado con mis hermanos, por ende había estado allí cuando mi padre me trajo desde el bosque, tenía recuerdos de ello, de mi misma bebiendo de los riachuelos, comiendo hongos silvestres, no tenía idea de cómo había sobrevivido, pero lo había hecho el suficiente tiempo para que el bosque me guiara hasta mi padre.

Conocía a Fisher desde que había sido "civilizada" y sabía lo preocupado que había estado por mí cuando desaparecí del mapa en el inicio de la guerra.

Alcé la mirada para ver al hombre inclinándose para dejar sobre la manta roja la fuente con el salmón al horno con salsa de champiñones. Le sonreí moviendo mi cabello de un lado al otro para hundir el tenedor en la carne anaranjada y comer.

– Había olvidado lo bien que cocinaba mamá Fisher – Exclamé cerrando los ojos para recordar la primera comida que había recibido al llegar a esta casa – está tan bueno.

– Si, ella recordó que había preparado esto ese día – Comentó metiendo la mano dentro de su abrigo para estirarme una petaca.

– ¿Qué es?

– Whisky.

– Pero no va bien con el salmón – Se rió insistiendo con la petaca.

– Supongo que comiste mejor metida en el barro se la trincheras – La tomé bebiendo un trago para cerrar los ojos.

– ¿Es irlandés?

– ¿De dónde más? – Apoyó el codo en la frazada para comer unas cuantas almendras observando mi cabello suelto – tu cabello está larguísimo.

– Tuve que cortarlo en las trincheras, a veces se enredaba con los alambres de púas. Uno de los soldados a los que conocí lo trenzaba de vez en cuando para meterlo debajo de mi gorra – Conté estirando mi mano para meterla entre su cabello negro sosteniéndolo con fuerza para mover su cabeza – ¿pensaste en mí, Fisher?

– Cada maldita noche desde que desapareciste de aquí – Respondió cerrando la petaca, para provocar un largo silencio entre nosotros que dejó escuchar los grillos cantando entre la madera y el jardín, el viento soplando y meciéndose entre las copas de los árboles.

– ¿Qué harás ahora?

– Descansar supongo – Respondió mientras yo seguía comiendo, ahora del rissoto – descansar y seguir descansando de los horrores, luego, supongo que ayudaré a mi padre a administrar el negocio y esa mierda.

Fire Witch. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora