Cap 22: Tu banco de confianza

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Cap 22 Tu banco de confianza



El Domingo había pasado. El despertador de Judy fué puntual, y despertó a la coneja de su nervioso sueño.

Judy apagó el despertador, y con pesadez en los ojos comprobó sus mensajes. Después de más de diez llamadas perdidas y varios mensajes por mousechat, Nick no había respondido ni se dejaba ver por ningún lado.

La coneja se sintió preocupada nuevamente. Desde lo ocurrido en la oficina, no había vuelto a saber nada de Nick, ni siquiera Finnick, su mejor amigo sabía nada de él. Lo que le hizo pasar cierta angustia durante el domingo, que se dedicó únicamente a tratar de desconectar para prepararse para su dia.

Se levantó, se duchó y finalmente uniformada y preparada, se tomó su café acostumbrado, cogió sus llaves y salió en dirección a la comisaría.

Era cierto que Judy estaba preocupada por su amigo. A fin y al cabo, sus emociones eran dirigidas a autoculparse. Ella era la responsable de lo sucedido, no supo tener cuidado y abusó de su autoridad. Se sentía responsable de lo ocurrido y repasando el arañazo en su barbilla con sus manos decidió que lo mínimo que podía hacer era pedir una disculpa.

Al llegar, Richard ya la estaba esperando directamente en la oficina. Centrado como siempre en su móvil, hasta que la vió acercarse y la saludó.

—¡Buenos días agente Hopps! ¿Se sabe algo de Nick?

—No. —Repuso ella, dándole un beso como saludo y sentándose en su mesa para encender el ordenador y prepararlo todo. —Le busqué ayer por todo el día pero no ha querido responderme o su móvil ha estado apagado.

—Dale tiempo. —Respondió Richard reclinándose en la silla. —Seguramente está disgustado por lo ocurrido el sábado. Fué un mal día para todos en parte.

—Tienes razón. —Dijo Judy pensativa con una mirada directa al zorro albino. —Sobre el caso… ¿Cómo te ves hoy?

—Pues bien. Hemos tenido un día para despejarnos y creo que nos vendrá bien para empezar esta semana ya que viene fuerte al parecer. ¿Has visto las noticias?

—¿Qué ha pasado? —Preguntó Judy abriendo carpetas en el ordenador para acceder a ciertos datos en lo que escuchaba a su compañero.

—Al parecer, el aullador nocturno está empezando a “resistir la vacuna” Y lo más curioso, es que cada paciente que llega a los hospitales sufre síntomas más reforzadas.

—Espera, ¡eso confirma nuestra teoría! —Dijo Hopps con cara de asombro.

—Exacto. Los aulladores están evolucionando y no creo que de forma natural. ¡Tenemos que llegar al fondo de todo esto pronto!

—He pensado en lo del extracto que encontramos Nick y yo en el club. Posiblemente tengamos algo. Esperemos que no se nos escape.

Nick, apareció con cierto temor y con bastante dificultad y las orejas gachas, saludo a ambos.

—Bu-buenos días…

—¡Nick! —gritó Judy al verle.

Judy saltando de la mesa y corriendo a abrazarlo. Algo que Nick no se esperaba en absoluto.

—¿Pero dónde has estado? Te he llamado como mil veces.

—Lo se zanahorias y lo-lo siento. Siento haberte hecho eso. —El arrepentido zorro señalo la marca en el rostro de Judy

Judy simplemente ignoró el gesto volviendo a abrazarlo con ternura.

—No pasa nada Nick. Perdoname tu por haberte tratado tan ruda. No debí gritarte de ese modo y entiendo que tu respuesta fuera tan… bueno, no importa.

Zootrópolis. La Amenaza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora