Zootrópolis. La Amenaza.

Cap 24: Incendio

Nick y Judy permanecieron en el suelo de la planta, tosiendo a causa del humo y el polvo levantado por la caída del techo que los había separado de Richard.

—¿Nick? ¿Estás bien? —Preguntó la coneja preocupada carraspeando la garganta.

—¡Si! Si, estoy bien.

Del otro lado del derrumbamiento, se escuchaba un apagado grito desesperado pero audible desde aquella distancia.

—¡Nick! ¡Judy! ¡Chicos responded, vamos!

Nick, aún jadeante por la tos, logró incorporarse sentado en el suelo mirando y hablando hacia el derrumbamiento.

—¡Richard! ¡Es-estamos aquí! Cof cof.

—¿¡Estáis bien?! —Preguntó Richard al otro lado.

Nick le respondió con un patético chiste:

—¡Estaríamos mejor si tuviéramos bronceador!

Judy logró incorporarse junto al zorro, después de dejar de toser.

—¡Aguantad! ¡Voy a buscar ayuda! —Le respondió Richard a Nick nuevamente.

En ese momento, Nick observó que las oficinas, ya calcinadas se propagaban cada vez más el fuego y el calor. Tras meditarlo, pudo darse cuenta de que la idea de permanecer allí era pésima.

—¡Richard! ¿Ves algún mapa o algo por ahí? —Preguntó el pelirrojo.

Al otro lado, Richard, lleno de tensión y nervios, buscó con la mirada a algo que se pareciera a un mapa. Milagrosamente al acercarse a un tablón, pudo ver que a su izquierda se encontraba un mapa de evacuación en caso de incendio, curiosamente el mismo que habían seguido con los civiles pero también se encontraba otra salida supuestamente cerca de la posición de la pareja y de donde provenía todas las llamaradas.

Richard memorizó el mapa y se acercó nuevamente al derrumbado techo para darles las indicaciones.

—¡Nick! ¡Escucha! ¡Teneis otra salida justamente atravesando el pasillo donde os encontráis y girando a la izquierda! ¿¡Podéis pasar por ahí!?

Nick, que ayudaba a Judy a levantarse, echó un difuminado vistazo hacia el fondo del pasillo, cubierto de humo y llamas pero con una pequeña brecha que se podía sortear.

—¡Si! —Afirmó Nick gritando nuevamente hacia Richard! —¡Podemos atravesar el pasillo todavía! ¡Pero tenemos que movernos! ¡Esto se viene abajo!

—¡A estas alturas los ascensores no funcionarán! ¡Id por la segunda salida de emergencia y bajad al hall principal! ¡Yo daré el aviso!

—¡Vale! —Gritó Nick nuevamente. —¡Nos veremos abajo!

Richard, algo más tranquilo, decidió confiar en sus palabras y corrió hacia la salida.

Mientras tanto, Judy, todavía algo indispuesta por el susto, observó la escena. Las oficinas calcinadas, el pasillo que se veía inestable y el final del mismo donde la pared del final brillaba de un amarillo ardiente difuminado por la combustión en el aire.

Nick se aseguró de ver que tanto él como ella estuvieran bien y se adelantó a Judy.

—¡Zanahorias! ¡Tenemos que atravesar el pasillo! ¡Venga!

—¡Nick! ¿¡Estás seguro de que el camino es seguro!?

—¡Coneja, estamos en un lugar para nada seguro! ¡Venga vamos!