Capitulo 1: La apuesta

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Millones de veces divagaba en mi mente una pregunta.

¿Por qué en Londres siempre llueve?

No es que no me guste, me encanta la lluvia, es sólo que hay veces que me gustaría que un calor sofocante rondará alguna tarde Londinense.

Miraba atento la ventana de mi clase, observando cada gota caer por la ventana.

-Joaquín- llamó mi atención el profesor

-¿Si?- pregunte.

-¿Qué estaba diciendo?- preguntó con una ceja alzada.

-Que la biología es una de las ciencias más antiguas-. respondí con cara victoriosa al ver la cara de molestia de mi profesor.

-Muy bien señor Bondoni, pero deje de mirar por la ventana y atienda-. me reprochó y asentí.

La Universidad era mucho más tranquila que la secundaria pero con muchas más asignaciones y responsabilidades.

El timbre indicó que la jornada de clases había terminado por Hoy, dando inicio al tan aclamado fin de semana.

Recogí con rapidez todo y salí por la puerta rápidamente.

-¡Niko!- grité al ver que se alejaba, el rubio se giro y se paro en seco con una preciosas sonrisa muy típica de él.

-Joaco- saludó abrazando mi cuerpo cuando llegué a su lado y comenzamos a caminar hacia la salida.

-¿Qué tal tu día? - le pregunté.

-El maldito de Emilio hizo que nos sacarán a todos de cálculo- dijo riendo.

- ¿Diego también?- pregunté curioso de que sacarán al más listo y serio de todos mis amigos.

- Si, él no fue la excepción, ¿sabes que fue lo mejor?- preguntó riendo aun más.

- ¿Qué?- pregunté fascinado admirando a mi amigo que quería tanto como a un hermano.

-Que Diego no se quejó está vez, de lo contrario, gritó a viva voz: "Gracias a Jesús es hora de salir de esta clase de mierda"- dijo él y yo comencé a reír.

-¿Los castigaron?- pregunté.

-Si, sólo a Diego y Emilio, tienen que lavar los patios, pero no se demoraran, ¿iras al departamento está noche?- preguntó cuando llegamos a los dormitorios de la Universidad mejor conocidos como "Dalton".

-Me imagino que si, es todos los viernes-. me encogí de hombros.

-Joaquín, ¿Puedes traer a Elaine?-. preguntó bajito, Elaine mi mejor amiga y compañera de dormitorio.

-¡Oh! El macho Caballero se enamoró- bromeé empujándolo un poco.

-Elaine es hermosa Joaquín, pero no, no estoy enamorado, sabes que eso no va conmigo, Emilio y yo somos inflechables-. dijo egocéntrico, rodé los ojos y luego reí.

-Bien le diré a Elaine, adiós - Chocamos los puños y subí los pocos escalones hasta la puerta de mi habitación.

-Joaquín- saludó feliz Elaine.

-Hey pelirroja-. le di un pequeño abrazo. -Niko quiere que vayas hoy al departamento.

-¿Qué?- dijo efusiva. -¿Él dijo eso?- preguntó.

-Ajá, y también dijo que eres hermosa-. le conté, Elaine se lanzó en su cama fingiendo un desmayo y yo me senté a su lado.

-Oh Dios, mis plegarias han sido escuchadas-. dijo sonriendo. -¡Oh Dios mío iré al departamento de Niko! -Gritó.

Treinta. |EMILIACO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora