Día Dos:
-Maldita sea Elaine, abre la maldita puerta que tu maldito novio va a matarme- grité como loco después de que Niko tocará la puerta por quinta vez pidiendo que le abrieran.
-Dios mío, ¿Puedes ir tu?, ya casi estoy lista- gritó Elaine de regreso desde el baño.
Gruñi y me puse de pie, sabía que ahora mismo no tenia ni la mejor cara ni el mejor humor.
Tire de la puerta dejando ver un sonriente Niko con un hermoso ramo de flores para Elaine.
-¿Por qué tienen que verse un domingo a las 8 de la mañana?- pregunté dejándolo pasar.
-Buenos días Joaco- Niko besó mi cabeza y pasó de largo. Rodé los ojos y cerré la puerta.
Caminé unos cuantos pasos y me deje caer boca abajo de nuevo en mi cama.
Una presión en mi espalda quitándome la respiración me indicó que el mal nacido de Nikolas estaba sobre mi espalda.
-¡No respiro! - grité y él lanzó una sonora carcajada -¡Te arrancaré las bolas!- amenacé.
-Cállate Joaquín- Niko tapó mi boca y le mordí la mano.
Moví mis manos tratando de encontrar su pantalón para darle un puñetazo en su amigo, pero me fue imposible.
-Bueno basta - se escuchó la voz de Elaine seguido de sus tacones resonando.
Niko se levantó de inmediato dejando mis vías respiratorias despejadas.
Respire sonoramente varias veces hasta que la tranquilidad inundó mi cuerpo.
-Adiós Joaco- Elaine peino mis pequeños chinos y luego sentí un beso en mi oído.
-Joder Niko- Me quejé y me tapé la cabeza con la almohada.
-Adiós mocoso- escuché la puerta cerrarse y por fin estaba la habitación en silencio.
Me volví a abrigar y poco a poco mis ojos se cerraron.
(...)
-¡MALDICIÓN! -grité cuando mi celular comenzó a sonar.
Saque mi mano de las sábanas y a ciegas contesté.
-¿Hola?
- Hijo.
-Mamá- dije algo molesto con ella todavía.
-Mi precioso Joaquín ¿Aún no me perdonas cielo?- preguntó tristemente.
-Dime tú, ¿perdonarías a tu Madre si ella te sacará del país donde naciste para que estudiaras la Universidad en un país donde hablan otro idioma y donde el clima es una mierda? Oh, y por si fuera poco, me dejaste solo en unos jodidos dormitorios.
-Joaquín cuida esa boca, primero, hablabas perfectamente el idioma antes de ir al Reino Unido, segundo el clima es fantástico y tercero sólo lo hice para que tuvieras una buena educación, así como yo.
-¿Tú no lo hiciste para deshacerte de mi?
-¡Per l'amore di Dio! - dijo mi madre. -Joaco, eres torpe, malcriado y quisquilloso, pero te amo cielo. Eres lo mejor que tengo por eso quiero que estudies en una buen Universidad, sólo eso, siento tanto que tú pensaras que yo no te quería cerca.
-Lo siento Mami -susurre arrepentido, un año y ocho meses llevo en la Universidad pensando que mi madre no me quería con ella.
-Esta bien muñequito, todo está bien, te extraño tanto.
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Treinta. |EMILIACO|
FanfictionTreinta, sólo dame treinta días y lo conseguiré. Adaptación.