Día Veintiocho.
-Nico- llamé a mi amigo quién conducía hacia la universidad. Se había comprometido a traerme hasta qué arreglarán mi camioneta.
-¿Qué pasa viejo?- preguntó dirigiéndome una mirada y luego volvió su vista hacia la carretera.
-Umh, me preguntaba si tú tal vez podrías ceder un poco.
-¿Sobre qué?- se hizo el desentendido y yo rodé los ojos.
-En cuanto a lo mío con Joaquín.
-Ustedes no están en ninguna relación.
-Lo sé, pero yo realmente necesito qué te apartes un poco.
-De ninguna manera.
-Nico, por favor- rogué -No pienso lastimarlo.
-Bien- dijo entre dientes.
-¿Sí?
-Si.
-¡Maldita sea sí!- brinqué en mi puesto y me lancé para abrazar a Nico, él gruño y besé su mejilla.
-No hagas eso de nuevo- advirtió.
-Mierda, si, gracias Nico.
-Si lo que sea- él rodó los ojos. -Trataré de controlarme, porque Elaine también me lo ha pedido, pero quiero que sepas Emilio, qué mi padre tiene una escopeta, sólo hazlo llorar una vez y juro que serás un maldito colador en segundos.
-Entendido, sin lágrimas- sonreí mientras me dejaba descansar sobre el asiento, mi corazón latiendo a mil por hora.
***
Caminé con rapidez por los pasillos, Joaquín estaba buscando algo en su casillero. Lo tomé de la cadera y la giré estampando mis labios sobre los de él. No movió sus labios por unos segundos pero luego se relajó y paso uno de sus brazos por mi cuello.
-Hola- dije sobre sus labios todavía.
-Hola- susurró conectando su mirada con la mía. -Si mal no recuerdo ya no te quedaban besos- paso sus dedos por el borde de mis labios quitando saliva de mi boca.
-Me vale mierda eso- acomode sus rizos y volví a besarlo.
-Tengo clases- se quejó sin dejar de besarme. -En serio- me apartó un poco y yo asentí.
-¿Nos vemos en el almuerzo?- tomé su mano.
-Seguro- me guiñó el ojo antes de comenzar a caminar.
Joder como lo amo.
Tomé mi teléfono celular y marqué rápidamente el número de Diego.
-Mierda, ¿Qué?- contestó con voz rasposa.
-¿A qué hora entras hoy a clases?- pregunté caminando hacia mi clase.
-A las diez, ¿Por qué?
-Necesito qué me traigas veintiocho rosas.
***
-Vas a hacer qué me caiga Emilio- Joaquín puso sus manos sobre las mías que estaban en sus ojos, lo estaba guiando fuera de la universidad luego del almuerzo.
-No te dejaré caer Bonito, lo juro- besé detrás de su oreja. Lo puse frente a su auto y lentamente quité mis manos de sus ojos.
-Tienes que estar jugando- susurró observando su auto. Veintiocho rosas adheridas con un poco de cinta a su auto. Se giró con una sonrisa. -Cada día me sorprendes más- el caminó lentamente y pasó sus dedos por los espacios vacíos. Con sumo cuidado retiró cada una de las rosas, me acerqué a él cuándo solo le faltaba la última.
![](https://img.wattpad.com/cover/200149757-288-k772130.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Treinta. |EMILIACO|
Fiksi PenggemarTreinta, sólo dame treinta días y lo conseguiré. Adaptación.