The Potterhead Girl

La Cita.

Cap 30!!

~Narra _____~

La semana pasó rapidísimo y disfruté cada segundo de cada clase. Hogwarts es fascinante.

¡Hoy sería mi cita con James! Cumplí mi promesa, y no nos hemos besado. A las 2:30PM tenía que estar en el vestíbulo del castillo y eran las 2:00PM. Las chicas insistieron en que no saliera de su habitación al menos que sea estrictamente necesario, entiéndase como comer, para que James no me vea hasta nuestro encuentro en el vestíbulo del castillo. En realidad no lo comprendo, pero créanme que a una Rose Weasley decidida no se le puede ganar sin dar pelea, cosa que no estoy dispuesta a hacer hoy.

Mi atuendo para la cita fue un jeans oscuro, una polera de tirantes gruesos azul marino que decía “I love britanic boys” en blanco, mis converse negras y un sweater azul, también tomé un pequeño bolso cruzado y metí dentro un poco de dinero y pañuelitos desechables, por si acaso. Las chicas me convencieron de usar un poco de delineador negro bajo el ojo y máscara de pestañas…me cuesta admitirlo, y puede que suene un poco egocéntrico, pero…me sentaba bien.

A las 2:20 las chicas miraron rápidamente la sala común para comprobar que James no esté.

-Chicas, no creo que sea tan importante que no me vea, no sé por qué hacen tanto escándalo-Rodé los ojos antes de salir de la habitación con Sky delante haciendo guardia.

-Cállate-Fue la respuesta de Em.

Llegamos al final de las escaleras a las 2:25PM, me despedí de las chicas, quienes me desearon suerte y entré en el vestíbulo, busqué a James y lo ví junto a la puerta de salida del castillo. Se veía estupendo, traía Jeans y una camisa fuera de los pantalones. Me dirigí hasta el, pero estaba de espaldas, así que sonreí y lo asusté.

-¡Boo!-El se volteó sobresaltado, y en cuanto me vió sonrió y sentí su nerviosismo.

-¡Guau! Te vez…te vez preciosa-Me dijo.

-Gracias, tu también te…te vez genial-Sonreí

Vamos-Me puso el brazo como en las películas antiguas, yo reí y lo tomé.

En el camino a Hogsmeade comentamos del día y de lo que haríamos ya habiendo lleagado ahí. Cuando llegamos fuimos primero a Honeydukes. La tienda era preciosa y había dulces en cada centímetro de cada repisa de cada pared.

-Wow…es precioso-Dije y James me miró divertido y me tomó la mano dulcemente.

-Tu eres preciosa-Dijo y al darse cuenta se sonrojó, al igual que yo, por lo que asumí que mi cabello estaba rojo-Emmmm…veamos-Dijo y fuimos a la primera estantería, y así recorrimos toda la tienda.

Compramos ranas de chocolate, gargeas de todos los sabores, dulces con los que puedes hacer sonidos de animales, varitas de regaliz, sapos de menta, chocolates con sabor a lo que piensas al momento de comértelo y una paleta cada uno.

Iba a pagar mi parte, pero James no me dejó.