ANDRAS: En el corazón del infierno (Libro 2 saga CIUDADES MALDITAS)

CAPÍTULO V: EL CAMPAMENTO

"El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo".

1 Timoteo 5:8

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Capítulo dedicado a: yameganaronelnombre breathxl Staybrave28 AleehMendooza jeni_malik93 lxu_pgins EmiVegaFloressMajoStylinson777 larry_28_real (porque dijiste que querías estar en todas las listas) emslut afterchabon jadexsis Shadow_the_fonnie ItsNotImportantbby YirlamHaru japimentel kurou_04 (espero que hayas tenido un poquito de descanso de la universidad♥) Anie1305 MIlagroEstrada (Gracias por siempre recomendar mis historias en facebook♥) aneledevane583 Joerick-Emiliaco69 -nxti- LuiTopsss LxrryHT magaric (Gracias por siempre comentar y estar presente en cada una de mis historias♥) hsghlden panchXuwu (Agradezco mucho que te hayas animado a comentar por primera vez en el capítulo pasado, en serio lo aprecio♥) LShipperQueen larryshipqueen

No son una simple lista de personas para mí, leo cada uno de sus comentarios y reconozco a quienes siempre están presentes, comentando, animándome y esperando que publique. De verdad lo agradezco♥♥♥

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Se dejó caer en la hierba y un gemido de dolor escapó de sus labios cuando su pierna derecha golpeó contra el suelo. No pensaba quejarse por ese asunto, hacía tiempo que había aceptado que merecía ese dolor por haber actuado como un idiota irracional.

Había otros dolores, sin embargo, que no creía merecer.

Miró a su alrededor y no fue capaz de distinguir nada más allá de unos cuantos pasos. Probablemente ya era más de media noche y él estaba lo suficientemente lejos del refugio de la finca como para no ser capaz de ver ninguna de las fogatas afuera de las tiendas.

Recordó la primera vez que estuvo ahí.

Aquel era otro de sus lugares, igual que el de la enredadera de jazmines. Este, sin embargo, era mucho más especial. Era suyo y de Louis.

Se recargó en el enorme árbol a sus espaldas y cerró los ojos.

—¿Estás intentando secuestrarme o algo así? —preguntó el omega en tono burlón. Habían caminado por unos cuantos minutos y Louis no era capaz de reconocer el lugar en el que estaban. La verdad era que desde que estaban en la finca no tenía muchas oportunidades para abandonar el refugio, y si debía ser sincero, tampoco quería hacerlo. Aquel lugar se había convertido en un hogar para él. Rodeado de todas aquellas personas se sentía seguro.