Tan ruda como yo (Julian Casablancas y tú)

Capítulo 16

El tiempo restante de los días de vacaciones Julian lo pasó saliendo con Juliet y visitando a Nikolai con los demás; Juliet sospechaba algo de lo que pasaba porque Lucy fue a dormir con ella aludiendo que se había peleado con Chuck. 

Esa vez los chicos decidieron pasar la noche con Julian por ser su último día de vacaciones y tendría que volver a clases a las 8 en punto de la mañana. Julian se encontraba jugando videojuegos cuando Fabrizio lo llama, como siempre, no le contesta; Fabrizio vuelve a repetir la llamada 10 veces hasta que Julian se digna a contestar.

-Lo siento este no es el número de Cecile.- Dice Julian poniéndo una voz acarameldada.

-Julian ¡Por favor! 

-Está bien ¿Qué quieres?

-¿Puedes venir a la casa de tu amiguita?

-Se llama Juliet y no es su casa sino de su prima la fresa.

-Bueno pero... ¿Puedes venir?

-¡Qué insistente eres , mujer!

-¡Qué no soy mujer!

-Esperenme que ya voy.- Julian colgó y puso unas cuantas botellas de vodka en su mochila (tenía un almacén secreto: su caja de recuerdos familiares), su madre había salido con Cecile así que no tuvo problemas escabulliéndose hasta el carro. Manejó con cuidado y se estacionó delante de la mansión. Subió  por las enredaderas de la casona victoriana hasta llegar a la ventana de la sala del apartamento de Lucy; todos los chicos se encontraban ahí y miraban una película de terror en la vieja televisión del cuarto.

-Qué tal.- Dijo Julian y se sentó al lado de ellos.

-¿Te quedas a dormir ?- Alberth lanzó la pregunta defrente, él no iba con rodeos.

-¿Qué?

-¿Fabrizio no te dijo que te quedaras a dormir?- Todos  miraron a Fabrizio que en ese momento estaba por comer algunas palomitos y quedo paralizado. Julian se puso a reir a carcajadas mientras los demás le daban manotazos al pobre chico.

-Ya, cálmense el pobre no tiene la culpa. Sí, sí me quedo.- Julian dijo recuperándo el aliento.- Fabrizio aún así no te perdono.

Los chicos vieron la película unos minutos más mientras tomaban el vodka que Julian había traído. A la hora quedaron borrachos aunque Julian no tanto porque era una costumbre suya emborracharse todas las noches. Decidió dar un paseo por la casa mientras los demás se mataban de risa por la película de comedia que Lucy ponía para animar la velada. En esos momentos Juliet iba por un poco de helado a la nevera; era una costumbre suya todas las noches antes de regresar a clase. Cuando subía comiendo el helado de chocolate escurriéndosele por la comisura de su boca, Julian salía de uno de los cuartos.

-¡Nena!- Julian se abalanzó sobre ella.- ¡Te extrañé!

-Julian baja la voz.- Juliet tapó con su mano la boca de Julian y se limpió su boca con la otra.- ¿Qué haces acá?

- Vine por ti.

-Estás borracho.- Dijo Juliet oliendo su boca.

-Borracho de amor por ti.- Julian la abrazó por la cintura y la acercó a él.

-Julian, déjame. Estás loquito de sueño.- Bromeó Juliet.

Pero él está completamente inconsciente de lo que está haciendo. Pensó Juliet. Puedo hacer lo que quiera con él...

No lo pensó dos veces, Juliet paso su dedo por los labios de Julian; él se sonrojó un boco y se estremeció al recibir un beso de los labios de ella. Los dos se quedaron así por un buen rato hasta que empezaron a acelerarse mucho más; Julian disfrutaba saboreando los labios de ella e introduciendo su lengua entre sus dientes, Juliet por su parte le daba pequeñas mordidas a su labio inferior y le gustaba cuando oaño del apartamento de Lucy, los dos seguían besándose ferorosamente y no planeaban detenerse cuando alguien abrió la puerta de improviso.

-Julian, los chicos quieren ver el Exor... ¡Wow, wow, wow! ¿Qué pasa aquí?- Fabrizio entró y quedo impresionado por la escena ardiente que tenía al frente suyo. Juliet y Julian se separaron al instante y ella acomodó su cabello en la gorra. 

-¡Qué carajos quieres acá! ¡Vete!- Dijo Julian arrojándole un shampoo del estante, la primera cosa que encontró.

-¿Quién eres?- Juliet se acomodó los lentes y miró inquisitivamente a Julian.- ¿Qué hace en MI casa, Jules?

-Yo.. yo... ¡Julian! ¿Quién es ella?- Fabrizio no entendía nada de la situación además le dolía el golpe que recibió de Julian.

-¡Calmados!¡Fabrizio, vete! No te voy a querer jamás, no soy gay, no me sigas a casa de mi amiga.- Le decía Julian mientras lo empujaba fuera del baño y de la habitación.- Tonto, es un latino que conocí en un bar y...

-Julian, ¿Quién era?

-Lo... que... te dije... Es que...

-Julian...- Juliet lo miró impaciente.

-Es lo que te dije, solo vine a buscarte para... para decirte... si...¿Si querrías salir conmigo el viernes?- Mintió Julian, aunque la verdad sí lo quería.

-Claro, te veo ahí pero por favor salte de mi...

-Tu amiga Lucy me invitó a quedarme con Chuck para hablar... "de hombre a hombre".- Julian se despidió de ella con un beso en la mejilla y salio corriendo por el pasillo oscuro. Juliet quedó anonada intentando procesar lo que había pasado, volvió a su cuarto e intentó dormir.

Julian regresó a la sala donde todos lo miraban molestos por tratar así a Fabrizio, que lloraba en un rincón.

-Perdonen.- Fue lo único que dijo.

-O sea está bien que te quieras tirar a una tipa en su casa pero no era para tratar así al pobre Fab.- Dijo Nikolai apuntándo a Fabrizio que lloraba en los brazos de Nick.

-Está bien que lo bromiemos por ser un inmigrante y que no tenga visa pero ya está cansado de tus maltratos.- Nick dijo estás palabras mientras abrazaba a Fabrizio.

-¡Tengo corazón Julian!- Fabrizio gritó.

-Está bien, perdón. Te traté muy mal todo este tiempo pero fue por pura furia de hermano mayor sobreprotector, en verdad lo siento.- Dijo Julian y se acercó a darle una mano a Fabrizio.- ¿Amigos?

-¡Julian!- Fabrizio fue a abrazar a Julian, se tiró encima de él y los dos cayeron al piso.

-Está bien que te sientas feliz pero no te pases. 

-¿Me perdonas por el beso?

-No.- Julian lo sacó de encima de él y se quedaron viendo la película hasta que se quedaron dormidos del cansancio.