Capítulo 25

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Juliet pasó la semana preparando su “cumpleaños” con Lucy; iban a invitar a Julian y a los demás a la piscina del lado este de la casa, pondrían música y después traerían una torta. El viernes habló con Julian.

-Julian, estás invitado.- Dijo entregándole una pequeña invitación con bordes dorados.- Mi cumpleaños.

-¿Qué? ¿Cuándo es?

-El sábado.

-¿¡Enserio!?

-Sí.- Julian la abrazó y le dijo “Feliz Cumpleaños” frente a toda la escuela, cosa que hizo risa general pero no les importó.

- Gracias, Jules. Es el sábado a las 10 en mi casa.

-Te traeré algo.

-No es necesario. Además solo quiero que vayas tú…-Julian se sonrojó cosa que ella notó y completó la frase.-…Y tus amigos, o sea Nikolai y los demás.

-Je… claro.

-Bueno, nos vemos.

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Julian llegó saltando de alegría a su casa, Cecile miraba televisión y al verlo se preguntó qué era lo que lo ponía tan feliz.

-¿Te pasa algo, renacuajo?- Dijo cuando Julian se sentó al lado de ella en el mueble.

-Mañana es el cumpleaños de Juliet.

-¿Y?

-¡Cómo que “¿Y?”! Es mi oportunidad para confesármele.

-Olvidaste que han pasado una noche juntos hace como tres semanas.

-No pasó nada ahí, solo…nos quedamos dormidos.

-Ajá…

-Como quieras. ¿Qué le puedo regalar?

-Una culebra.

-Es enserio.

-Tú culebra.

-¡Cecile!

-Ya… ¿una guitarra? O… ¿Su disco?

-Buena idea. ¿Sabes si papá ya sacó los discos?

-En New York todos se están muriendo por ellos.

-Genial. Despiértame en 18 horas.- Julian subió a su cuarto y puso música a todo volumen, marcó el número de Nikolai y llamó a los chicos.- ¡Hey!

-¿Qué quieres?- La voz de Nikolai sonó seria.

-No me maltrates, hermano.- Julian hizo un puchero.

-Es que Fabrizio se atoró con el helado de Albert.

-¿Cómo alguien se puede atorar con un helado?

-Larga historia.- Dio un largo suspiro.- ¿Qué necesitas?

-Bueno. Juliet nos a invitado a todos a su cumpleaños mañana.

-¿Acá en la mansión?

-Sí.

-No te preocupes, Lucy ya nos dijo. Mañana iremos temprano a tu casa para salir en grupo.

-Pero pueden decir que llegaron antes.

-…Cierto.- Nikolai cortó la llamada y Julian volvió a subir la música.

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Ese sábado por la mañana los chicos se encontraban en la puerta principal de la mansión LeHampton. Juliet bajaba con un vestido floreado casi transparente que dejaba ver el traje de baño enterizo. Los chicos habían traído los suyos también y pasaron esa mañana en la piscina refrescándose y jugando a una especie de futbol americano en el agua. Juliet la pasaba genial pero cada vez que su mirada se cruzaba con la de Nick sentía una cierta turbación, pero no la incomodó lo suficiente para hacer ganar a su equipo conformado por ella, Albert y Fab.  

Lucy llegó luciendo un sexy bikini de los años 50’s similar al de Juliet excepto que era a rayas, traía una bandeja con limonada y pequeños aperitivos; Chuck venía tras de ella. Todos salieron y degustaron antes de sentarse al sol y hacer cualquier huevada que se les ocurriera. Lucy se integró al equipo de Juliet y Mark al contrario, reiniciaron la partida y jugaron hasta que Fab le dio un calambre y todos fueron a ayudarlo.

-No te da calambre para trepar la barrera fronteriza pero si por estar en una piscina ¿No, Fab?- Dijo Julian dándole un golpecito en la espalda.

-No es gracioso, Jules.- Fab intentaba incorporarse pero su pierna acalambrada se lo impedía. Nikolai, como buen amigo, lo cargó y lo llevó hasta la sala principal mientras todos lo seguían; ya ahí, Lucy masajeó su pierna para que se le pasara el calambre lo que lo convirtió el chico más envidiado del cuarto.

Cuando Fabrizio se recuperó decidieron cambiarse para recomenzar la fiesta adentro. Lucy trajo un pastel que decía: “Feliz Día, Juliet” y mientras todos cantaban la clásica canción de cumpleaños, Juliet sopló las velas y todos aplaudieron. Al rato ya había acabado con dos tercios de la torta y la mayoría veía televisión en la sala de estar. Lucy y Chuck se habían retirado a traer algunas cosas del Walmart.

-Voy un rato arriba.- Juliet iba a ir por alguna película de suspenso a su cuarto y al entrar se recostó sobre su cama. Había pasado un día genial y lo había disfrutado al máximo. De pronto, escucha como alguien sube: era Nick.- ¿Qué haces aquí?

-¿Por qué nuestros diálogos siempre empiezan con eso?- Bromeó Nick y se recostó contra la pared.

-Je, je. Que gracioso.

-Bueno, si te lo preguntas venía a hablarte sobre lo que pasó la otra vez.

-¿Y qué pasó…?

-Nos besamos.- Juliet bajó la cabeza igual que Nick, los dos estaban avergonzados.- Sé que fue tonto.

-No, no importa.

-Eres especial para alguien a quien estimo mucho y no debí hacer eso.

-¿Pero qué hacías ahí?

-Julian me dijo que me cerciorara que volvieras sana y salva a tu casa por lo que se me ocurrió meterme en ella. Lo sé estoy loco.

-La verdad no importa…- Nick se acercó a ella.- ¿Qué haces?

-Si te sientes mal puedes decírmelo.

-No somos amigos.

-Quisiera serlo.- Los dos se abrazaron y Juliet no se podía contener, debía decirle la verdad sobre sus labios o pasaría la práctica irremediablemente.

-Nick…

-¿Sí?

-Me gustó el beso…

-A mí también…

-Quisiera otro…

-¿Y Julian?

-Solo para terminar esto de una vez por todas…

-¿Estás segura?

-Sí…- Nick se acercó a los labios de Juliet y le dio un pequeño beso, se quedaron así por unos instantes y después se soltaron.- Se sintió…

-Raro.

-Sí, no creo que suceda nada.

-Bueno, terminó este “romance”.- Volvió a bromear Nick y los dos bajaron las escaleras.

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Fabrizio subía las escaleras. Buscaba a Nick ya que Julian y los demás empezaban a molestarle y eso… le molestaba. No lo encontró en los otros pisos así que fue por Juliet para que lo ayudara a buscar. Al subir pudo ver a un Nick y a Juliet besarse en el cuarto de ella, calló; su mente le dio vueltas y se desmoronó al saber que Nick podía tener un romance con Juliet y si Julian se enteraba de eso con el que se iba a desquitar no iba a ser Nick si no ÉL. Hizo la vista gorda y bajó silenciosamente las escaleras hasta llegar a la sala de estar.

-¿Y Nick dónde está?- Preguntó Julian.

-En el baño.- Finiquitó Fabrizio volviendo a sentarse en el sillón. 

Tan ruda como yo (Julian Casablancas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora