Capítulo 23

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Juliet despertó con un dolor de cabeza horrible y se dio cuenta que no estaba en su cuarto.

Dónde mierda estoy.

Miró a los lados y solo pudo ver el torso desnudo de Julian.

Shit!

Se incorporó del piso y se vio completamente desnuda. Julian en ese momento despertó y al verla…

-¡¿Qué chucha ha pasado?!- Dijo Julian intentando taparse su “cosita” con los bóxers.

-¡No sé!- Juliet por su parte se había tapado con el polo holgado de él.

-¿¡Qué hemos hecho!?

-¡No sé, ya te dije!- Julian se puso rápidamente los bóxers y Juliet se tapó los ojos.- Creo que acabamos de tener…

-¿Sexo…?- La cara del castaño se arreboló, de solo pensar la idea de hacerlo con Juliet lo encendía.

-Sí…- La chica se acomodó el gorro y fue tras los equipos de fotografía a cambiarse.- Espero que hayas usado condón…

-Creo que sí… Aquí hay un condón usado.- Señaló Julian completamente inocente.

-¡Asqueroso!

-Vamos, ya pasó.

-Es que no somos… Novios.- Juliet terminó de vestirse y fue a ver a Julian que seguía en ropa interior.- Vístete de una vez.

-Creo que me quedare un rato acá para limpiar todo.

-Bien, lo que pasó aquí no es nada. ¿Ok?

-Ok, ahora vete o te van a molestar en tu casa.- Dijo Julian mientras la chica salía por la puerta.- Ay Juliet…- Él se recostó sobre el piso y miro al cielo vacío del techo.- Si tan solo hubiera estado consciente…

Intento recordar un poco de lo pasado esa noche pero el alcohol le impedía, solo podía sentir un fuerte dolor de cabeza en cambio. Los recuerdos difusos de esa noche se disolvieron cuando vio su teléfono: Había una foto de él y Juliet, abrazados y se notaba que estaban desnudos aunque solo un poco de la cara y cabellos de de ella y la cara completa de él. Juliet lo mataría si ve la foto.

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En la mansión LeHampton los chicos se aburrían en esa pequeña sala en la que convivían desde hace 3 meses con una pareja. Desde la vez que Julian entró para gritarles y decirles que no hagan ruido, no tenían otro medio por el cual hallar un poco de diversión, Fabrizio hacía zapping cada dos por tres y los demás intentaban entretenerse con los viejos cómics que había en los estantes.

-Se ve que a este chico lo querían mucho de pequeño.- Dijo Nikolai mirando un cómic de Batman.- Estos son edición limitada, ni Julian ha tenido unos así.

-Lo único que sé es que nos deja encerrados acá todo el día y ni siquiera en las noches podemos salir porque no hay nada bueno que hacer.- Dijo Albert mirando el techo.- Se vuelve loco con su trabajo y me hace sentir como el hijo no deseado.

-¿A qué viene eso?

-No sé, estoy desvariando.- Todos soltaron una pequeña risa.- Nick ¿Qué tal si vas por algo ahí abajo?

-¿Estás loco? Si me ven me matan.- Dijo el chico de cabellos lacios tendido sobre el sofá.

-Ya pues, no hay nadie. Lucy salió a sus clases de pintura, no volverá hasta las 12.

-Son las 11.

-Oh.

-Está bien, iré. Pero solo porque me muero de sed.- Dijo Nick dando un resoplido y abriendo la puerta, a veces se sentía como Anna Frank en el anexo secreto sintiendo que en cualquier momento llegarían los nazis y los sacarían a trompadas de ahí. Caminó el pequeño tramo hasta las escaleras y las bajó, fue hasta la cocina y abrió la nevera: Huevos, comida enlatada, un puré a medio terminar y… limonada. Se relamió los labios y sacó la dulce ambrosía, no podía esperar, necesitaba un poco. Buscó los vasos en los estantes hasta que los encontró, sacó 4 y al voltear ve a la chica de la gorra mirándolo incrédula, Juliet.

-¿Qué…- Juliet estaba en la puerta mirándolo, sin poder creer lo que veía.- ¡Qué mierda haces en mi casa!

-¡Juliet!

-¡Qué haces acá!- Chilló Juliet y estaba por tomar su teléfono celular.- Lla-llamaré a la policía.

-¡No!-Nick no sabía en qué pensar,  tenía que detenerla de alguna forma o estarían en pocas horas en la calle o en una celda. Tenía que callarle la boca, de cualquier forma. En pocos segundos dejó los vasos en la mesa y se acercó rápidamente a ella, Juliet iba a gritar hasta que sintió los finos labios de Nick en los suyos; fue lo único que se le ocurrió, besarla. Juliet entendía la situación, Nick era amigo de Julian y posiblemente no sabía de los sentimientos de Julian hacia ella, si es que los había. El beso duró unos segundos en que la dejó estupefacta y perdió de vista a Nick, él se había esfumado por arte de magia.

Iba a servirse la limonada y notó que ya no se encontraba en la nevera, frunció el ceño ¿Acaso lo que sucedió fue una alucinación o pasó en realidad? ¿Si fue una alucinación por qué ha desaparecido la limonada? Juliet llegó hasta su habitación y miró la televisión por un rato. No podía dejar en lo que pasó con Nick y eso la mantenía ida, iba a ser un fin de semana bastante largo.

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Julian llegó sin contratiempos a su hogar, su madre hacía el almuerzo y vio que Cecile la ayudaba, caminó a hurtadillas hasta su cuarto y se cambió a su pijama que consistía en un polo y los bóxers; en ese momento, su madre abrió la puerta.

-Jules, la merienda está lista.- Dijo Jeannette, mirándolo desde la puerta.- Hora de levantarse, dormilón.

-Ya voy mamá.- Dijo Julian intentando la mejor voz de somnoliento posible.- Es solo que es muy temprano…

-¡Son las 11:30 de la mañana! ¡Levántate, pendejo!

-Está bien… como quieras.

Julian se vistió con otra ropa cuando su madre se fue de la habitación, bajó las escaleras y se reunió con su familia.

-¿Qué hay de comer?- Dijo él al mismo tiempo que su panza crujía.

-Spaghettis.- Dijo Cecile mirándolo con molestia.- Yo los hice.

-Mi última cena…

-Ya basta Jules, no seas jodido.

-Oblígame.

-¡Basta los dos!- Jeannette los miró fulminante y sus dos hijos callaron.- Hay que comer en paz por una vez en su vida. Julian empezó a degustar los fideos que su hermana había hecho, no estaban nada mal pero le gustaba darle la contra, como todos los días. Su relación de amor- odio de hermanos comenzaba desde que fue a vivir con ellas, y desde, claro, el beso de Fab con Cecile.

Él se había enfurecido cuando vio ese beso y estuvo a punto de separar la banda, pero los chicos lo hicieron reaccionar a tiempo y perdonó parcialmente a los dos. Sabía muy bien que Fabrizio se moría por su hermana pero su actitud de hermano mayor sobreprotector salía a flote a cada momento, por eso entendía un poco a Chuck.

Comieron en silencio y al rato su madre salió a hacer compras con su hermana. Él se quedó solo en la casa así que decidió poner el disco piloto de la banda. Sonaba genial y empezó a cantar.

“Was an honest man
Asked me for the phone
Tried to take control
Oh, I don't see it that way
I don't see it that way

We shared some ideas
All obsessed with fame
Says, we're all the same
Oh, I don't see it that way
I don't see it that way”

Tan ruda como yo (Julian Casablancas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora