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>> Park JiMin <<

— Realmente creo que deberías cantar esa última nota en Mi mayor —insiste Mark. Él es como un disco rayado, arrojando la misma sugerencia irrazonable cada vez que terminamos de ejecutar nuestro dúo.

Ahora, soy pacifista. No creo en el uso de los puños para resolver tus problemas, creo que organizar peleas es barbárico, y la idea de la guerra me repugna.

Sin embargo, estoy así de cerca de golpear a Mark en la cara.

— El tono es demasiado bajo para mí —mi voz es firme, pero es imposible ocultar mi molestia.

Mark se pasó la mano frustrado por su pelo oscuro y ondulado, y se volvió hacia Irene, quien está embarazosamente inquieta en el banco del piano.

— Tú sabes que tengo razón, Irene —le súplica a ella.— Esto ocasionará más de un choque si JiMin y yo terminamos en el mismo tono en lugar de hacer la armonía.

— No, va a tener un impacto más grande si hacemos la armonía —discutí.

Estoy listo para rasgar mi propio pelo. Sé exactamente lo que Mark está haciendo. Él quiere terminar la canción con su nota. Ha estado tirando mierda como esta desde que decidimos formar un equipo para la presentación de invierno, haciendo todo lo posible para destacar su propia voz mientras me empuja en un segundo plano.

Si hubiera sabido lo jodido diva que era Mark, habría dicho demonios no a un dúo, pero el imbécil decidió demostrar su verdadera cara después de que empezamos los ensayos y ahora ya es demasiado tarde para echarse para atrás. He invertido mucho tiempo en este dúo, y honestamente, de verdad amo la canción. Irene escribió una pieza increíble y una parte de mí realmente no quiere decepcionarla.
Además, sé que es un hecho que la facultad prefiere duetos que solos, porque las últimas cuatro actuaciones ganadores de becas han sido duetos. Los jueces se vuelven extremadamente locos por las armonías complejas, y esta composición las tiene de abundancia.

— ¿Irene? —insiste Mark.

— Um...

Puedo ver a la pequeña peli negra derritiéndose debajo de su mirada magnética. Mark tiene ese efecto en las mujeres. Él es exasperantemente guapo y su voz pasa a ser fenomenal. Desafortunadamente, esta plenamente consciente de estos dos activos y no tiene reparo en usarlos para su ventaja.

— Tal vez Mark tiene razón —murmura Irene, evitando mis ojos mientras me traiciona.— ¿Por qué no tratamos el Mi mayor, JiMin? Vamos a hacerlo una vez y ver cuál funciona mejor.

¡Benedict Arnold! Quiero gritar, pero me muerdo la lengua. Al igual que yo, Irene ha sido obligada a hacer frente a las demandas indigentes de Mark y las ideas "brillantes" durante semanas y no puedo culparla por tratar de llegar a un compromiso.

— Bien —me quejo.— Vamos a intentarlo.

El triunfo ilumina los ojos de Mark, pero no se queda allí mucho tiempo, porque después de que cantamos la canción de nuevo, está claro que su sugerencia apesta. La nota es demasiado baja para mí y en vez de causar que la magnífica voz de barítono de Mark se destaque, mi parte suena tan torpemente que desvía la atención de la suya.

— Creo que JiMin debe apegarse al tono original —Irene mira a Mark y se muerde el labio, como si tuviera miedo de su reacción.

Pero aunque el hombre es arrogante, no es estúpido.

— Bien —dice bruscamente.— Lo haremos a tu manera, JiMin.

Aprieto los dientes.

— Gracias.

La Cita [KOOkMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora