>> Jeon Jeongguk <<
La mitad de los chicos en la sala de pesas tiene una resaca de mierda, yo, sorprendentemente no soy uno de ellos. No, las revelaciones de esta mañana echaron a la basura cualquier mareo o dolor de cabeza que podría haber tenido.
JiMin fue violado.
Esas tres palabras han estado corriendo por mi cabeza desde que lo dejé en su dormitorio, y cada vez que aparecen, explosiones rojas de furia corren a través de mí como un tren de carga. Desearía que él me hubiera dicho su nombre, su número, su maldita dirección.
Pero es mejor que no lo haya hecho, de lo contrario probablemente estaría en mi auto ahora mismo en camino para cometer asesinato.
Quienquiera que fuese. Le pido a Dios que él pague por lo que le hizo a JiMin. Le ruego a Dios que se esté pudriendo en la cárcel en este momento. O mejor aún. Espero que este jodidamente muerto.
— Dos más —Yugyeom se cierne sobre mí mientras me acuesto en el brench press—. Vamos, hombre. Estas aflojando.
Dejé escapar un suspiro y hundí mis dedos alrededor de la barra. Canalizando toda mi rabia en tomar las pesas sobre mi cabeza, mientras Yugyeom me ve desde arriba. Una vez que terminé la última repetición, deja caer la barra en el soporte y quita su mano. Permito que me tire de los pies y cambiamos de lugar.
Dios, tengo que centrar mi cabeza.
Gracias a Dios no estamos en el hielo hoy porque no estoy seguro si recuerde patinar en el momento.JiMin fue violado.
Y ahora él quiere tener sexo conmigo.
No, él quería que lo arreglara.
Santa madre de Dios. ¿En qué estaba pensando aceptando esto? He querido tenerlo desnudo desde el primer beso, pero no así. No como algún tipo de experimento sexual. No cuando estoy sintiendo esta presión a... ¿A qué? ¿Hacerlo bien para él? ¿No dejarlo caer?
— En cualquier momento —viene la voz burlona de Yugyeom.
Salgo de mis pensamientos y me doy cuenta que él esta esperando que deje caer la barra en sus manos extendidas.
Tomando un respiro, me forcé a centrarme y asegurarme de que Yugyeom no muriera mediante mi supervisión en lugar de mi obsesión por JiMin.
— Así que estoy enojado contigo —me dice mientras dobla sus brazos y trae la barra hasta su pecho. Entonces él gruñe dejando escapar un suspiro.
— ¿Qué hice ahora? —pregunté con un suspiro.
— Me dijiste que no estabas interesado en Parkie —mi pecho se tensa. Pero pretendo estar como si nada frente a él.
— No lo estaba. Al menos, cuando lo hablamos antes.
Yugyeom gruñe con cada extensión de sus brazos. Los dos estamos levantando veinte libras menos de lo habitual debido a la última noche del festival de bebida, lo que significa que ninguno de los dos esta funcionando en un cien por ciento por el momento.
— Así que, ¿ahora estas interesado?
Trago.
— Sí, supongo que lo estoy.
Yugyeom no dice nada más. Mis dedos revolotean por debajo de la barra mientras termina sus repeticiones.
Guardo una estrecha vigilancia sobre el reloj encima de la puerta de la sala de pesas. Son casi las cinco. JiMin termina de trabajar a las diez, y entonces él vendrá directamente a mi casa.
Así podremos tener sexo.
La presión de mis entrañas se arremolina con fuerza, apretando en un nudo enorme. No tengo ni idea si puedo hacer esto. Estoy aterrorizado de hacer algo mal. Lastimándolo.
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La Cita [KOOkMIN]
Fanfiction✏ La historia a continuación es una adaptación sólo para entretenimiento y sin fines de lucro ✏ La temática y los personajes no me pertenecen, los créditos son para su autor/@ original ✏ Contenido para adultos, leerlo bajo tu propia responsabilidad...