>> Jeon Jeongguk <<
La temperatura parece haber caído veinte grados cuando entré a la casa Bristol que cuando salí de ella.
Una ráfaga fría de viento me golpea en la cara y enfría las puntas de mis oídos mientras camino hacia el apartamento.¿Ves? Es por eso que evito todo el drama de novios. Debería haber terminado la puta noche porque el equipo terminó con Harvard. En lugar de eso, estoy enojado y frustrado y más molesto de lo que esperaba estarlo. JiMin esta en lo correcto, simplemente estábamos jugueteando. De la misma manera de lo que estaba haciendo con Sana o el chico antes de ella. Ni siquiera pestañe cuando termine con ellos, así que ¿por qué diablos estoy tan disgustado en este momento?
Gracias a la mierda que salí de ahí, sin embargo. Había estado a segundos de hacer el completo ridículo. Diciendo cosas que no debería de decir, tal vez incluso rogando. Dios. Si eso no es un signo de algunos azotes entonces no sé qué es.
Estoy a medio camino de mi Jeep cuando oigo a JiMin gritar mi nombre.
Mi pecho se aprieta. Me doy la vuelta y lo veo corriendo por el camino de Bristol. Todavía esta en sus pantalones de pijama de cuadros y una camiseta negra con notas amarillas en frente.
Estoy tentado a seguir caminando, pero la vista de sus brazos desnudos y mejillas sonrojadas por el frío me molesta más que nuestra pelea.
— Dios, JiMin —murmuro cuando me alcanza—. Vas a coger un resfriado.
_ Eso es un mito —dispara de regreso—. El clima frío no causa los resfriados.
Pero él esta temblando visiblemente, y cuando envuelve sus brazos a su alrededor y empieza a frotar su piel desnuda para mantener el calor, me sacudo la molestia y apresuradamente me quito la chaqueta.
Apretando los dientes, le cuelgo el abrigo sobre sus hombros.
— Aquí.
— Gracias —se ve tan molesto como yo lo estoy—. ¿Qué diablos está mal contigo, Jeongguk? ¡No sé puede huir en medio de una discusión seria!
— No había nada que discutir.
— Pura mierda —sacude la cabeza de enojo—. ¡Ni siquiera me dejaste hablar!
— Sí, lo hice —contesto rotundamente—. Y confía en mí, dijiste un montón.
— Apenas puedo recordar lo que dije. ¿Sabes qué? Debido a que me agarraste con la guardia baja y ni siquiera me diste un segundo para pensar en ello.
— ¿Qué es lo que hay que pensar? Te gusto o no.
JiMin hace un ruido frustrado.
— No estas siendo justo de nuevo. El hecho de que de repente decidas que estas listo para una relación y que debamos estar juntos no significa que voy a chillar como una chica de las hermandades y decir "Siiii yupiiii". Claramente tuviste tiempo para pensar en eso y absorberlo, pero a mí no me diste ningún momento. Sólo irrumpiste he hiciste acusaciones y saliste corriendo.
Experimento una punzada de culpabilidad. Él tiene un punto. He venido esta noche sabiendo perfectamente lo que quería de él.
— Lo siento, no te dije sobre la cita de Kang —dice en voz baja—. Pero yo no voy a pedir disculpas por necesitar más de cinco malditos segundos para pensar en la posibilidad de tú y yo siendo pareja.
Mi aliento sale en una nube blanca que rápidamente se deja llevar por el viento.
— Siento haber corrido —admito—. Pero no lo siento por querer estar contigo.
Esos hermoso ojos miel revisan mi cara.
— ¿Todavía quieres eso?
Asiento, entonces trago.
— ¿Tú sí?
— Depende —inclina la cabeza—. ¿Seremos exclusivos?
— Mierda, sí —digo sin vacilar. El pensamiento de él con otra persona es como un machete en el estómago.
— ¿Está bien tomar las cosas con calma? —se mueve torpemente—. Porque con lo del armario y los días festivos, y los exámenes, y tu horario de juego... ambos vamos a estar ocupados y no puedo prometer verte cada segundo del día.
— Nos veremos cuando podamos —digo simplemente.
Estoy sorprendido por lo tranquilo que sueno, cómo de compuesto estoy cuando hay una manada de mariposas golpeándome en el estómago y gritando "demonios, sí" a todo volumen. Dios. Estoy a punto de complicar mi vida, invitando a un novio en ella, pero de alguna manera estoy bien con eso.
— Entonces está bien —JiMin me sonríe—. Vamos hacerlo oficial.
Una nube negra oscurece un poco mi felicidad.
— ¿Qué pasa con Kang?
— ¿Qué hay de él?
— Le dijiste que irías con él —le digo con los dientes apretados.
— En realidad, cancelé la cita antes de venir aquí.
Las tontas mariposas dentro de mí toman vuelo de nuevo.
— ¿De verdad?
Asiente.
— ¿Así que ya no estas todo caliente por él?
Diversión baila en sus ojos.
— Estoy caliente por ti, Jeongguk. Sólo por ti.
Y sólo así, mi ansiedad se convierte en pura alegría y trae una sonrisa a mis labios.
— Tienes toda la maldita razón.
Rodando sus ojos, se mueve y frota su fría mejilla contra mi barbilla.
— Ahora, ¿podemos por favor entrar? Mi trasero se esta congelando y necesito mi fluffer para calentarme.
Entrecierro mis ojos.
— ¿Disculpa?
Parpadea inocentemente.
— Oh, lo siento, ¿dije fluffer? —su sonrisa ilumina toda su rostro—. Quise decir novio.
Las palabras más dulces que he escuchado en mi vida.
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La Cita [KOOkMIN]
Fanfiction✏ La historia a continuación es una adaptación sólo para entretenimiento y sin fines de lucro ✏ La temática y los personajes no me pertenecen, los créditos son para su autor/@ original ✏ Contenido para adultos, leerlo bajo tu propia responsabilidad...