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>> Jeon Jeongguk <<

Mi sangre ruge en mis oídos. Escucho a JiMin gritar detrás de mí pero no puedo dejar de moverme. Es como que estoy observando al mundo a través de una niebla roja. Me he puesto en piloto automático, convirtiéndome en un misil buscador de imbéciles que viaja en un camino directo a Choi SeungHyun.

El hijo de puta que ayudó al violador de JiMin a salir sin mucho más que una plasmada en la muñeca.

— Seung —grito.

Sus hombros se tensan. Varias personas miran hacia nuestra dirección, pero sólo hay una persona en la que estoy interesado en el momento. Él se voltea, los ojos oscuros parpadeando momentáneamente con pánico cuando me nota. Me vio hablando con JiMin. Probablemente imaginó lo que él me dijo.

Él dice algo a sus amigos y da un paso apresurado lejos del grupo, y mi mandíbula se vuelve de piedra cuando se aproxima cautelosamente a mí.

— ¿Quién demonios eres? —murmura.

— El novio de JiMin.

Su expresión muestra miedo inconfundible, pero todavía trata de mantenerse calmado.

— ¿Sí? Bien, ¿Qué quieres?

Tomo una respiración para calmarme. Esta no me calma. En absoluto.

— Sólo quería conocer al imbécil que ayudó y apoyó a un violador.

Hubo un largo momento de silencio.
Entonces él me frunció el ceño.

— Jódete. No sabes una mierda sobre mí.

— Sé todo sobre ti —corrijo, todo mi cuerpo temblando apenas conteniendo la furia—. Sé que dejaste que tu amigo drogara a mi chico. Sé que te quedaste parado mientras él lo llevaba escaleras arriba y lo lastimaba. Sé que cometiste perjurio después de eso para respaldarlo. Sé que eres un pedazo de mierda sin conciencia.

– Jódete –dice de nuevo pero su bravuqueria vacila. Parece dudoso ahora.

— ¿En serio? ¿Jódete? ¿Eso es todo lo que tienes que decir? Supongo que tiene sentido —trago el ácido cubriendo mi garganta—. Eres un jodido cobarde que no pudo defender a un chico inocente. ¿Así que por qué tendrías las bolas para defenderte?

Las amargas acusaciones disparan su rabia.

— Sal de mi cara, hombre. Yo no vine esta noche para ser molestado por algún tonto deportista. Regresa con tu puto novio...

Oh, demonios no. Mi puño salta. Después de eso, todo es un borrón.

La gente esta gritando. Alguien agarra la parte de atrás de mi chaqueta tratando de apartarme de Choi. Mi mano palpita. Pruebo sangre en mi boca. Es como una experiencia  extra corpórea, que incluso no puedo describir porque no estoy ahí. Estoy perdido en una neblina de ira desatada.

— Jeongguk.

Alguien me golpea contra una pared, e instintivamente libero un gancho de derecha. Vislumbro un relámpago en rojo, escucho mi nombre de nuevo, un agudo y enfático "Jeongguk" y mi visión se aclara a tiempo para ver la sangre derramándose por la esquina de la boca de Yugyeom.

Oh, mierda.

— Jeongguk —su voz es baja y ominosa, pero no hay error en la preocupación nadando en sus ojos—. Jeongguk, tienes que parar.

Todo el oxígeno en mis pulmones sale de golpe. Miro alrededor y encuentro un mar de caras mirándome, escucho voces y susurros confusos.

Y entonces el entrenador aparece, y de repente soy golpeado por la gravedad de lo que he hecho.

La Cita [KOOkMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora