La Cita [KOOkMIN]

🏒④⑤🏒

>> Park JiMin <<

Marzo.

— ¿Por qué tu ex amor esta en mi salón? —Jeongguk deja caer la susurrada acusación en mi oído mientras viene a mi lado.

Mi mirada se desplaza a Kang, que esta en el sofá jugando un videojuego de tiro de aspecto complicado con Daniel. Entonces me giro hacia Jeongguk, que parece más divertido que molesto.

— Porque es mi amigo y lo invité. Lidia con ello.

—¿No crees que es grosero invitarlo? Quiero decir, el equipo de fútbol estuvo terrible toda esta temporada, y ¿ahora tiene que venir a celebrar con el grupo de hockey por llegar a las semifinales? ¿Y tiene que estar cerca del perfecto espécimen de hombre que te robó? —los ojos grises de Jeongguk brillan—. Eres una persona terrible.

— Oh, cálmate. Esta feliz de que vayan a Frozen Four —acerco mis labios a su oreja—. Y no le digas a nadie de esto o te voy a matar, pero ha estado saliendo con Yerin desde el mes pasado.

— ¿De verdad? —la mandíbula de Jeongguk cae mientras mira a través de la habitación, donde Yerin, Seo y YoonGi estan en medio de una animada conversación con Yugyeom y JinJin.

Todavía es extraño ver a mis amigos interactuar con los amigos de Jeongguk, pero todos hemos salido juntos docenas de veces en los últimos tres meses, por lo que estoy empezando a acostumbrarme.

Desde su lugar junto a Seo, Yugyeom me nota mirándolos y levanta la cabeza, y... bueno, eso es algo a lo que no me he acostumbrado. La mirada que me da arde con deseo inconfundible y no es la primera vez que me ve así. Cuando se lo dije a Jeongguk, sólo una vez, en la conversación más rara, simplemente suspiró y dijo:

— Lo superará —sin ira por parte de Jeongguk, sin resentimiento, sólo esa miserable frase, que no ha hecho mucho para calmar mis preocupaciones.

No me gusta la idea de que el mejor amigo de Jeongguk pueda tener sentimientos por mí, pero Yugyeom no ha tratado de hacer un movimiento, y seguro que no ha hablado conmigo al respecto, lo cual es un alivio, supongo. Pero la verdad es que espero que se le pase lo que siente, porque por mucho que me agrade el chico, estoy totalmente e inequívocadamente enamorado de su mejor amigo, y nunca va a cambiar.

Este semestre ha sido un año muy ocupado para nosotros. Estoy ensayando una vez más, esta vez para la presentación de primavera, y esta vez es un dueto con Seongwoo y los dos trabajamos bien juntos. Jeongguk y el equipo han estado geniales en la pos-temporada. El campeonato es la semana que viene y el lugar para eso no es otro que el Wells Fargo Center, hogar de los Flayers en Filadelfia, lo que significa que, síp, iré al partido final en vivo, y me quedaré en casa de mi tía los tres días que el equipo este en Filadelfia.

No hay duda en mi mente que el equipo va a aplastarlos. Jeongguk y los chicos han trabajado duro esta temporada, y si no ganan este juego final, me comeré mi sombrero. Eso o le daré a mi hombre montones y montones de sexo consuelo. Tal tarea.

— Mira lo que trajo el gato —dice Jeongguk de repente, y me vuelvo para ver a MinHyuk y Wendy aparecer en la puerta donde Jeongguk y yo nos asomamos.

Sus rostros están ruborizados y sus expresiones son secretas, son dejar duda en cuanto a por qué llegan tarde a la fiesta. Le doy a Wen un abrazo de saludo, luego sonrió a MinHyuk que responde a la provocación de Jeongguk con una mirada defensiva.

— Oye, ya te dije que estoy en contra de esta fiesta. Es mala suerte celebrar antes de haber ganado.

— Naaah, tenemos esto en nuestras manos, hombre —Jeongguk sonríe y se inclina para darme un beso en la mejilla—. Además, ya he ganado el premio más importante de todos.

Estoy bastante seguro de que mis mejillas se convierten en un par de tomates.

Wendy gime con buen humor, pero MinHyuk, para mi sorpresa, sólo asiente en señal de aprobación.

— Ves —Jeongguk nos informa mientras coloca un brazo alrededor de mi hombro—. Se me permite decir cosas como esas sobre MinHyuk porque sé que no va a burlarse sobre mí.

— Bueno, él debería —me quejo—. Porque esa línea fue cursi como el infierno.

— Oh, cállate —imita él—. Te gusta cuando soy romántico.

Síp. Realmente me gusta.

MinHyuk y Wen van a decir hola a todos, pero Jeongguk y yo nos quedamos en nuestro pequeño rincón. Me acerca hacia él y me besa, y aunque soy anti-muestras de afecto, es imposible pensar en una etiqueta social cuando Jeon Jeongguk me está besando.

Sus labios son cálidos y firmes, su lengua caliente y húmeda mientras se desliza por mi boca por una probada fugaz. Separo mis labios con entusiasmo, con ganas de más, pero se ríe y ajusta un mechón de mi pelo.

— Deja de ser inadecuado, JiMin. Estamos en público.

— Ah. Como si no pudiera ver tu erección.

Su mirada cae en su entrepierna y suspira cuando nota el bulto luchando contra sus pantalones.

— Por el jodido amor de Dios, Parkie. Me endureces sin que me dé cuenta —frunce el ceño—. Maldita sea, ahora me voy a tener que salir de mi propia fiesta para que podamos ir arriba y hacernos cargo de esto. Muchas gracias.

Resoplo.

— Sigue soñando, no hay manera de que haga la caminata de la vergüenza después frente a todos nuestros amigos.

Su rostro se derrumba.

— ¿Estas avergonzado de mí?

— No me vengas con ese truco de niño pequeño —lo golpeo en el pecho—. Ya no funciona en mí.

— ¿Niño pequeño? —repite. Una malvada sonrisa curva su boca mientras gira su cuerpo por lo que esta de espaldas a la habitación. Entonces toma mi mano y la coloca directamente sobre su erección—. ¿Esto se siente pequeño o aniñado para ti?

Escalofríos recorren mi columna vertebral. Oh no. Ahora estoy encendido. Mientras mi corazón late y mi cuerpo hormiguea, dejo escapar un gemido molesto y agarro su mano.

— Bien. Vamos arriba.

— Nop. He cambiado de opinión al respecto. Nos vamos a quedar aquí a disfrutar la fiesta.

Dejo caer su mano como una papa caliente y frunzo el ceño profundamente.

— Eres como un burla culos.

Jeongguk se ríe.

— Sí, pero aun así me amas.

Pequeñas mariposas de felicidad vuelan en mi estómago y danzan alrededor de mi corazón. Tomo su mano de nuevo y entrelazo nuestros dedos.

— Sí —me quejo con una sonrisa—. Aún así te amo.