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>>Jeon Jeongguk<<

Mis compañeros de piso están jodidamente borrachos cuando entro a la sala de estar después del grupo de estudio. La mesa de centro esta repleta de latas vacías de cerveza, junto con una botella casi agotada de Jack, que sé que pertenece a Yugyeom porque apoya la filosofía de que la cerveza es para marcas. Sus palabras, no las mías.

Por el momento, Yugyeom y EunWoo estaban luchando entre si en un acalorado juego de Ice Pro, sus miradas pegadas a la pantalla plana, mientras furiosamente hacen clic en sus controles. La mirada de Yugyeom se mueve ligeramente cuando me nota en la puerta, y su segundo de distracción le cuesta.

— ¡Demonios sí! —canta EunWoo mientras sus defensas hacen un tiro pasando al portero de Yugyeom y el marcador se ilumina.

— ¡Ah, maldición! —Yugyeom detiene el juego y lanza una mirada oscura hacia a mí.— ¿Qué demonios, JK? Acabo de ser derrotado gracias a ti.

No respondo, porque ahora yo estoy distraído, por la media desnuda sesión de besos que está sucediendo en la esquina de la habitación. Jackson está en eso otra vez. Con el torso desnudo y descalzo, tumbado en el sillón mientras un pelirrojo está nada más con el torso desnudo y pantalones negros de cuero, se sienta a horcajadas sobre él y se frota contra su entre pierna.

Ojos de color azul oscuro se asoman sobre el hombro del chico, y Jackson sonríe en mi dirección.— ¡Jeongguk! ¿Dónde has estado, hombre? —masculló.

Regresa a besar al pelirrojo antes de que pueda responder a la borracha pregunta.

Por alguna razón, Jackson le gusta tener relaciones en todas partes menos en su dormitorio. En serio. Cada vez que me doy la vuelta, él está en medio de algúna forma de libertinaje. En el mostrador de la cocina, el sofá de la sala, la mesa del comedor, el tipo lo ha metido en cada centímetro de la casa que está afuera del campus que los cuatro compartimos. Es un completo puto y no lo lamenta.

Por supuesto, yo no soy nadie para decirlo. No soy un monje, y tampoco lo son Yugyeom y EunWoo. ¿Qué puedo decir?? Los jugadores de hockey son hijos de puta en el celo. Cuando no estamos en el hielo, podemos ser encontrados generalmente conectando con una o dos conejitas de hielo. O tres, si tu nombre es EunWoo y es víspera de Año Nuevo del año pasado.

— Te he estado enviando mensajes de texto durante la última hora, hombre —me informa Yugyeom.

Sus enormes hombros se encorvan hacia adelante mientras desliza la botella de whisky en la mesa de café. Yu es un defensa agresivo, uno de los mejores con los que he jugado, y también el mejor amigo que he tenido.

— En serio, ¿dónde diablos has estado? —sé queja de nuevo.

— Grupo de estudio —agarro una Bud Light  de la mesa y quito la tapa.

— ¿Cuál es esta sorpresa de la que sigues balbuceando?

Siempre puedo decir cuán borracho está Yugyeom basado en la gramática de sus mensajes de texto. Y esta noche debe estarlo extremadamente, porque tuve que volverme Sherlock para descifrar sus mensajes. Sorprs, significa sorpresa. Ttcdv, me había tomado más tiempo para decodificar, pero creo que significaba “¿trae tu culo de vuelta?" Pero quien sabe de Yugyeom.

Desde su posición en el sofá, sonríe de manera tan amplia que es una maravilla que su mandíbula no se desajuste.

Señala con su dedo pulgar hacia el techo y dice:— Ve arriba y velo por ti mismo.

Entre cierro los ojos.

— ¿Por qué? ¿Quién está allí?

Yugyeom suelta unas risitas.

La Cita [KOOkMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora