🏒 ⑧🏒

931 115 6
                                    

>> Park JiMin <<

YoonGi llama a la noche siguiente mientras me largo del edificio de música echando humo sobre otro ensayo desastroso con Mark.

— Wow —dice cuando escucha mi tono cortante—. ¿Qué te pasó?

— Mark Tuan —contesto airadamente—. El ensayo fue una maldita pesadilla.

— ¿Esta tratando de robar todas las buenas notas de nuevo?

— Peor —estoy demasiado furioso para repetir lo que pasó, así que no me molesto—. Quiero matarlo mientras duerme, YoonGi. No, quiero matarlo cuando esté despierto para que pueda ver la alegría de mi cara mientras lo hago.

Su risa me hace cosquillas en la oreja.

— Mierda. Te hizo enojar bastante, ¿eh? ¿Quieres desahogarte de eso durante la cena?

— No puedo. Veré a Jeongguk esta noche —otra cita que no estoy interesado en mantener. Todo lo que quiero hacer ahora es tomar una ducha y ver televisión, pero conociendo a Jeongguk, me va a perseguir y gritar si me atrevo a cancelarle.

— Todavía no puedo creer que cediste sobre la cosa de tutoría —se maravilla YoonGi—. Debe ser muy persuasivo.

— Algo así —digo vagamente.

No le he dicho a YoonGi sobre mi arreglo con Jeongguk, sobre todo porque quiero retrasar sus inevitables burlas cuando se entere de lo desesperado que estoy para conseguir que Kang se fije en mí. Sé que no voy a ser capaz de ocultar la verdad para siempre, definitivamente va a tener preguntas cuando se entere de que voy a una fiesta con el chico. Pero estoy seguro de que puedo encontrar una buena excusa para entonces.

Algunas cosas son demasiado embarazosas para admitirlas, incluso a tu mejor amigo.

— ¿Cuánto te paga? —pregunta con curiosidad.

Como un idiota, digo el primer número que se me viene a la mente.

— Uh, sesenta.

— ¿Sesenta dólares por hora? Santo cielo. Eso es una locura. ¡Será mejor que me lleves por un filete para cenar cuando hayan terminado.

¿Un filete de cena? Mierda. Eso es como el valor de una cena de tres platos para mí.

Ves, es por eso que la gente no debe mentir. Ésta siempre se vuelve para morderte el cuño.

— Claro —le digo a la ligera—. De todos modos me tengo que ir. No tengo el auto de TaeHyung esta noche, así que tengo que llamar un taxi. Nos vemos en un par de horas.

El taxi del campus me lleva donde Jeongguk y hago los arreglos para que me recoja en una hora y media.

Jeongguk me dijo que solo entrara cuando viniera porque nadie oía el timbre por sobre la televisión a todo volumen o el estéreo, pero la casa está en silencio cuando entro.

— ¿Jeon? —llamo desde la entrada.

— Arriba —viene su respuesta amortiguada.

Lo encuentro en su habitación, vestido con pantalones de chándal y una musculosa blanca que muestras sus brazos perfectamente formados y antebrazos fuertes. No puedo negar que su cuerpo es...atractivo. Es grande, no de una manera voluminosa de un defensa, pero largo, pulcro y musculoso. Su camiseta sin mangas mostraba el tatuaje en su brazo derecho, llamas negras que se curvaban en su hombro y recubrían sus bíceps.

— Oye. ¿Dónde están tus compañeros?

— Es viernes por la noche. ¿Dónde crees que están? De fiesta —suena triste mientras saca sus libros de clases de la mochila en el suelo.

La Cita [KOOkMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora